TAREA PÚBLICA

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CNTE, CONTRA EL ESTADO

Por: Carlos Orozco Galeana

El país contempla impávido cómo los problemas nacionales siguen sin resolverse no obstante sus efectos perniciosos. Los que deben aplicar soluciones se las piensan demasiado y eso pudiera ser también en parte un factor del descrédito que ya arrastra el régimen de Peña Nieto. Los problemas no se resuelven, se administran. Así parece.

A lo largo del último año, hemos presenciado cómo un puñado dizque de  maestros, protestantes contra la reforma educativa – así llamémosle por lo pronto –  traen en jaque al propio Estado. Han ordenado un sinfín de acciones delictivas, paralizado la economía y dañado a miles de personas,  bloqueado carreteras, incendiado vehículos y camiones, afectando el comercio y a empresas, la libre circulación de personas en cuatro estados,  y la ley nomás no se ejerce.

El colmo ha sido que a los principales dirigentes de la CNTE los hayan librado de proceso penal por presiones políticas a pesar de ser acusados de delitos graves. Y en cambio, a una señora anciana y enferma  como Elba Esther, nomás le dejan tomar el sol en la cárcel.  Rápido,  determinó el poder, reculó y sentenció  que esos señores, Nuño y sus cuates,  son almas de caridad.

O sea, el puro ridículo, la impunidad. Anteayer, los líderes de la CNTE se dieron el lujo de ordenar que no habría  clases hasta que se anulara la reforma y expusieron que aunque el diálogo siga, permanecerán en pie de lucha. Esto es, retando al Estado.

Un despropósito más, que será resuelto con el dinero de los contribuyentes es que, increíblemente, se  organiza una mesa para solventar los daños que los profesores de la CNTE han causado a la economía regional  del país.  Los empresarios, ya se sabe, jamás pierden y ahora exigen que sea el gobierno tardío en resolver el conflicto magisterial el que pague los daños causados por esos profesores envalentonados, es decir, finalmente el pueblo. Usted y yo.

Este conflicto exhibe lo que México es: un país sin leyes, sin rumbo, con sectores que solo reaccionan cuando les pisan los callos; un país que tiene un gobierno que no resultó tan profesional como se anunciaba, un gobierno con escasa credibilidad y a la baja en la estimación social.

Pero además del diálogo irresuelto del gobierno con la CNTE, se ha sumado un asunto más: el de la detención de 38 normalistas en Michoacán, que bloquearon carreteras ahí y tomaron autopistas, en lo que ya llevan 22 días.  ¿Habría que detenerlos o vincularlos a proceso? Inútil, sus líderes presionarán y los altos políticos se tomarán el agua enlodada.

¿Hay un afán de insistir en el diálogo respetando derechos de los profesores manifestantes, o por lo contrario, se cuida la imagen del secretario de gobernación  pensando en que será candidato priísta y no da la cara como debe ser para no salir raspado?

Los únicos dañados por falta de clases son los niños y el país mismo en general, sumido en el no hacer, en una situación  indecisa respecto al cumplimiento de la ley. Lo que se ve es un gobierno sin fuerza, contra la  pared. Los dirigentes de la CNTE han de estar diciendo: les seguiremos dando lecciones de política a este grupito de Los Pinos.

No hay estado de derecho en México, urge recuperarlo.  Debe ejercerse el poder del estado cuando la población  resulte afectada en sus derechos. La CNTE se ha pasado de la raya. Es tiempo de que se proteja a la niñez y a los jóvenes, que merecen una educación de calidad.  La CNTE está contra la educación, frente a un SNTE que muestra algo de cooperación.

Presidente Peña Nieto: No claudique en la transformación  del país. Para que los cambios avancen falta mucho tiempo, pero se comenzó el camino.    Hay que   vencer los rezagos. Es bueno que usted no piense en su popularidad sino en resolver los problemas. Para esto se le eligió presidente.