AL DESNUDO

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FUNCIONARIOS BAJO FUEGO

Por: Édgar Rodríguez

Las ejecuciones o atentados contra funcionarios y políticos en Colima se hizo patente con mayor incidencia durante el sexenio del ex gobernador, Mario Anguiano Moreno, ahora enjuiciado por el señalamiento que le hace Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental (Osafig), de la auditoría excepcional en contra del Gobierno estatal.

A poco más de un año de haber tomado posesión gobernador MAM sufrió el primer revés relevante, cuando a unos metros de su domicilio particular asesinan -el 21 de noviembre de 2010- al ex gobernador priista Silverio Cavazos Ceballos en los momentos que se encontraba platicando con Rafael Gutiérrez Villalobos, funcionario del gobierno anguianista. Después, un año más tarde, la delincuencia organizada volteó a ver a otro de sus funcionarios; Saúl Adame Barreto, a quien el 17 de marzo 2011 la Armada de México localizó sin vida en el poblado de El Tule, Jalisco, donde se aseguró a una persona del sexo masculino que dijo pertenecer a un grupo de la delincuencia organizada. La primera ejecución se le atribuyó al Cartel de Jalisco Nueva Generación, la segunda al grupo criminal denominado Cártel La Familia Michoacana.

Pero MAM, no logró cerrar su sexenio sin que la delincuencia le dejara un mensaje de su presencia en el estado con el atentado que sufrió el 12 de octubre de 2015 el ex gobernador Fernando Moreno Peña mientras desayunaba. Ahora, le tocó el turno,  a la administración de José Ignacio Peralta Sánchez, con los hechos ocurridos el pasado 6 de julio cerca de la media noche cuando un comando armado asesinó a balazos al delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Jaime Vázquez Montes.

Sin duda, los asesinatos y atentados de los funcionarios mencionados, son el reflejo del crecimiento de la inseguridad que se ha venido dando en Colima desde hace por los menos 12 años, tiempo durante el cual la delincuencia organizada poco a poco dejó sentir su presencia no sólo con la ejecución de funcionarios públicos, sino también con la que llevan a cabo bandos antagónicos que se disputan el control de la plaza. Quienes creen que la crisis de inseguridad que actualmente vive la entidad es reciente, se equivoca o simplemente refleja el canibalismo político contra quien es de un color diferente.

No se puede negar que la inseguridad está presente, principalmente en lo que tiene que ver con delincuencia organizada. Las ejecuciones, narcolaboratorios y fosas clandestinas así lo indican, y se debe primordialmente a que los cárteles pretenden adueñarse de la plaza y para impedirlo es necesaria una mayor participación del orden federal en coordinación con el estatal para abatir los índices delictivos: La tarea no es sencilla, ni fácil de resolver de la noche a la mañana, pero si los actores políticos de todos los colores se suman, los resultados para que Colima vuelva a ser un estado seguro se darán mucho más rápido. De nada sirve que los depredadores digan lo que ya se sabe sin abonar en nada para la solución del problema. En este sentido es menester señalar lo dicho por el Coordinador del Grupo Parlamentario de Acción Nacional y Presidente de la Comisión de Gobierno Interno, Luis Humberto Ladino Ochoa cuando dice que “el gobernador puede tener la seguridad que la bancada panista en el Congreso de Estado apoyará todas las decisiones que tome en pro de devolver la tranquilidad a los habitantes de Colima, seremos críticos pero también propositivos para con el poder ejecutivo”.

 

SE DICE QUE

*El próximo viernes los sindicalizados al servicio del gobierno del estado tendrán nada más de dos sopas a escoger: el continuismo y la corrupción representada en el ex diputado y ex dirigente priista en el estado, Martín Flores Castañeda, y la planilla “Unidad y Cambio”, encabezada por Ana Cristina Navarro Castro.

*La fracción panista en el congreso del estado perdió tres diputados, otros dos fueron amonestados por la dirigencia estatal; Jesús Fuentes se aferra al hueso que le representa la dirigencia estatal de su partido y no convoca a elecciones para elegir a quien lo releve; la dirigencia panista pretende deshacerse de otros miembros, que según Jorge Luis Preciado, lo traicionaron. Con todo esto, los agoreros del PAN aseguran que el blanquiazul no se ha desmoronado.

*Es bueno saber que pese a la percepción de inseguridad que se vive en Colima, Manzanillo espera una ocupación hotelera de más del 80 por ciento durante la presente temporada vacacional.