OPERACIÓN CICATRIZ
Por: Florencio Llamas Acosta
Para el politólogo italiano Giovanni Sartori la acción política “inteligentemente llevada” implica una ciencia y un arte al mismo tiempo, arte porque requiere “creatividad, intuición, olfato”, y ciencia porque los “comportamientos políticos están constituidos por opciones, que hacen con relación a ciertos fines, en función de los medios disponibles, que presuponen técnicas adecuadas.”
Con esta idea en cada proceso electoral los partidos políticos, preferentemente los competitivos, en su operación política para seleccionar sus candidatos deben tomar decisiones racionales y creativas a partir las opciones y medios disponibles, de tal forma que les permita seleccionar sus cuadros que tengan mayor rentabilidad política, con la legalidad y legitimidad suficiente que les garantice el menor riesgo posible para estar en posibilidades de obtener el triunfo electoral, ya que este proceso representa siempre una amenaza a la cohesión interna de los partidos, pues el reparto de las posiciones entre los grupos que compiten por el poder, al momento de la designación, los desfavorecidos pueden optar por mantenerse al margen de la contienda y no apoyar o el peor de los casos abandonar el partido y convirtiéndose en competencia para el mismo partido.
Evitar fracturas que debiliten al partido y su candidato es una tarea complicada pues, la decisión siempre causará heridas, por lo que hay que buscar que no sean ni tan grandes o profundas que sean de muerte y lleven a la derrota electoral, sino que sean leves sean sanadas con la operación cicatriz, ritual en el que el actor seleccionado busca salvar los agravios causados por la decisiones para evitar desbandadas.
En el escenario colimense algunos partidos realizan preparativos para sus velorios políticos pues ni oportunidad de tener operación cicatriz se dieron. Por ejemplo, los perredistas de por si tiene pocos cuadros competitivos, (una muestra de ello es su precandidata a gobernadora quien su único mérito y experiencia es ser oficial del registro civil del ayuntamiento de Cuauhtémoc) y los que tenían alguna remota posibilidad Francisco Rodríguez y Rafael Mendoza ya anunciaron que jugaran con el PAN, esto significa que el negro amarillo con seguridad perderá su único municipio que gobierna actualmente, así como disminuye la posibilidad de ganar la diputación federal por el primer distrito con Indira Vizcaíno.
Por su parte el Partido Morena tienen dificultades internas para definir su precandidato a gobernador pues los pocos militantes de este partido exigen una elección democrática entre los tres aspirantes y no una designación desde del centro que ha impuesto al general Gallardo.
El Partido Acción Nacional, ya tienen operación velorio, pues al hacer a un lado a Leoncio Moran, y este buscar la gubernatura por el Movimiento Ciudadano, a Esmeralda Cárdenas para la alcaldía de Colima aun sin partido y hacer a un lado a Donaldo Zúñiga para el municipio de Comala, pierde activos importantes con una merma considerable de votos y simpatías. Así el diputado Inzua llegará muerto políticamente a la jornada electoral con la competencia de Esmeralda. Igualmente Virgilio Mendoza sabe que su capacidad de competencia con Nacho se ve limitada con la participación de Locho por otro partido, que si bien no ganará pero le facilitará al triunfo al PRI.
Por su parte en el tricolor ya salvo la elección a gobernador y si bien tendrá que desarrollar la operación cicatriz, con la madurez política de los 9 aspirantes con la cortesía política del gobernador y con la humildad e inteligencia de Nacho le permitirá cicatrizar las heridas y llegar fortalecidos a la contienda constitucional.
Por eso es mejor hacer operación cicatriz y evitar la operación velorio, ¿O usted cómo lo piensa?
*Maestro en Ciencia Política y Administración Pública. Catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Colima.
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