GALLO GALLINA

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Por José Díaz Madrigal

Posiblemente en todas las ferias de México, para una parte de la gente que acude a éstos festejos; lo más importante y que verdaderamente les llama la atención son las peleas de gallos. Éstas son una tradición arraigada entre los galleros que data de muchos años. Aunque es un pasatiempo controvertido en ciertos sectores de la población, sigue siendo muy popular entre aficionados que defienden a capa y espada sus costumbres y valores.

En Colima se tiene habilitado para tales eventos, un enorme local que funciona exclusivamente como palenque. Cuando se tiene la ocasión de conversar con personas que son apasionadas y tienen este galleril gusto, se le nota en su cara que sienten la misma emoción que los seguidores del Cruz Azul o del América, que el día de hoy se juega la final entre esos dos equipos.

Las peleas de gallos aparte de los palenques tumultuosos, también se llevan a cabo en rancherías o pequeños redondeles privados, donde acuden apostadores, criadores de gallos junto con entrenadores. Los amarradores pertenecen a una casta especial, son personajes muy respetados porque son los encargados de acomodar las navajas en las patas de los gallos, que resulta un trabajo crucial puesto que de él depende colocar correctamente la cuchilla, con el propósito que haga el máximo daño al gallo rival.

Todos los criadores de gallos de combate, desean que los de su percha sean los más fuertes, valientes, arrojados, certeros y rápidos en los enfrentamientos. Existen gallos con buena estampa, que durante los entrenamientos tienen la apariencia de campeones, sin embargo a la hora de una pelea de compromiso resultan correlones.

Ahí es cuando el público decepcionado de la buena figura de aquel gallo, grita con enojo: pinche gallo correlón, pa’nada sirve, ha de ser gallo capón, mendigo gallo cobarde y patas chorreadas; es bravo nomás con las gallinas y, otro montón de apodos despectivos por correlón y malo para pelear.

Sucedió hace mucho tiempo en una feria de La Villa, que se enfrentó un partido de Autlán, presentando a un gallo giro lomo dorado el cual llevaba por oponente a un prieto presumido de gran estampa, que representaba al partido de Tecomán. Al anunciarlos el pregonero, la mayor parte de apostadores se apantallaron con la finta del prieto tecomence y, por éste arriesgaron su fierrada.

Cuando los carearon a los dos se les engrifó el plumaje del pescuezo. El prieto sólo tenía la fachada de soberbio matón y valiente, pues ya suelto en la raya del duelo; va saliendo juilón y asustadizo. En cuanto sintió las embestidas del gallo giro, se dedicó a correr por todo el anillo del redondel. El prieto no hallaba donde esconderse, mientras el del lomo dorado lo correteaba buscando la pelea. El de la tierra de los cocos, fue tan cobarde que de un volído como gallina chana llegó hasta el público sin dejarse agarrar, perdiendo la pelea por default. Fue un gallo gallina.

Algo parecido a esa pelea de gallos de La Villa, sucedió en Nuevo León la semana pasada. El único gallo que pelea la presidencia de México, Máynez, salió gallo gallina. En el templete que sirve de escenario se ven alrededor de diez personas. Justo cuando presentan al candidato y corean su nombre, de repente se dejó venir un ventarrón.

En el video que se grabó queda la constancia. Se observa a una dama de chaleco naranja que trata de que Máynez la proteja, pero claro se ve que éste la hace a un lado y fue el primero que corrió.

Toda la estructura colapsó por la fuerte racha de viento. Lamentablemente dejó 9 muertos y más de 100 heridos. Lo que resulta más evidente en las imágenes, es la cobardía del candidato, que ni siquiera respondió con echarle la mano a la mujer para auxiliarla, que en la rapidez de los hechos, ella quiso buscar apoyo en él.

Gran decepción debe haber entre los militantes fosfo-naranjas. A Máynez se le había observado bien parado en los debates. Sin embargo a la hora de demostrar su hombría, salió juilón como el gallo que corrió allá en el palenque de La Villa, un gallo gallina que perdió por correlón. Del mismo modo le va a suceder a Máynez, por ser en los hechos un verdadero gallo gallina.