El funcionario tiene pendiente una queja por acoso sexual en contra de una trabajadora de limpieza, reveló esta mañana la empresaria y diputada local electa Gina Rocha.
A unos días de que el funcionario federal fuera acusado por el líder de la sección 6 del SNTE, Jesús Villanueva Gutiérrez, de ejercer presión de sobornos a los directores de los planteles, ahora Gina Rocha lo tacha de tener poca calidad moral.
Explicó que ella es dueña de una empresa de limpieza y como parte de su contrato con la DGETI comisionó a una trabajadora (de la cual se emite su nombre por razones obvias) para realizar el aseo de las oficinas, ubicadas en Palacio Federal.
Días después, Rosalío Rocha contrató el servicio de limpieza para su casa, pidiendo que fuera la misma mujer.
La trabajadora entonces quedó contratada para acudir dos días por semana a la casa del funcionario.
Pasado el tiempo, la mujer le indicó a su patrona que sufría el acoso del funcionario en la oficina, pues ella llegaba muy temprano antes que cualquier otro trabajador y él ya estaba en el lugar, procurando estar solos para hacerle insinuaciones.
“Lo mismo ocurría en su casa”, dijo.
Ante esta situación, la empresaria decidió cambiar a la trabajadora y enviar a otra, sin embargo, Rosalío Rocha le expresó que “si no iba ella, no quería el servicio, y procedió a cancelar el contrato”.
Gina Rocha mencionó que acompañó a la empleada a la Comisión Estatal de Derechos Humanos para interponer su queja, sin embargo no ha progresado. Agregó que también se hizo del conocimiento del gobernador Mario Anguiano, a través de un documento donde se solicitó su intervención.
Cabe mencionar que este medio informativo cuenta con el documento dirigido al Gobernador del Estado, Mario Anguiano Moreno, y firmado por la empresaria Gina Araceli Rocha Ramírez.
DEUDAS PENDIENTES
Añadió que por otra parte, el funcionario le quedó a deber a su empresa, pues tenía una cuenta de 6 mil pesos, de la cual solamente abonó mil pesos y esquivó lo demás pretextando que la trabajadora era faltista y mala para su labor.
“El señor es bien sangrón, aunque yo nunca trataba con él, solamente esa vez que pasamos a cobrarle la factura porque no quería pagar. Él dijo que la muchacha tenía fallas, pero yo le comenté que si tenía fallas, se hubiera quejado porque a la trabajadora yo le pagué, sin embargo él actuó con chantajes y se negó a pagar. Como es medio canijo, me acompañó mi marido a cobrarle, pero me regateó”.
“Incluso la señora me dijo que ella estaba dispuesta a que le descontara la cuenta del funcionario con tal de no tener que volver a verlo, porque el señor es libidinoso”.