Cuidado con la toxina de la duda en los proyectos

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Entre libros y café

Por: José Luis Cobián León.

 

Cuantas veces, con un asomo de malicia, te puedes volver víctima de las traidoras acechanzas de una persona que es como el personaje de Yago… El diablo humano más cínico y peligroso de la literatura; para conocer de él solo basta darle un vistazo a Otelo, que terminó en tragedia por un mal entendido; algo que quizás le suene familiar, por tanto, es una obra de William Shakespeare que transmite una diversidad de sentimientos que despertará sin duda su interés, pues su historia no escapa de la realidad actual en las empresas o su entorno.

Cuando lo anterior sucede, es difícil anclarse en lo positivo, sin embargo, usted al igual que yo debemos ser nobles, y me refiero a tener, “Noblesse Oblige”, una expresión de origen francés que traducida literalmente significa, “nobleza obliga”, que como bien se dice, quien se proclame noble, no solo debe ser de boca, sino que debe conducirse como tal, acorde a la reputación que uno se ha ganado, lo que nos obliga a conductas honorables; donde el privilegio conlleva responsabilidad, asimismo, si tu eres afortunado, tienes la obligación moral de ayudar a los “menos afortunados”, algo que muchos Yagos confunden con el protagonismo.

Por ello, debemos aprender a ser hábiles maniobreros habituados a navegar bajo cualquier tipo de tormentas, cuya experiencia nos lleve a estar hechos de atardeceres para tomar buenas decisiones, cuando algún Yago se presente en tu equipo de trabajo, proyectos o en amistades, con lo que recuerdo una frase de un buen amigo con admirable “noblesse oblige”, ex director general de reconocidas empresas en la industria periodística en nuestro estado, el C.P. Arturo Figueroa Cárdenas: “Es muy difícil hacer un grupo de amigos o equipo de trabajo, pero es más fácil dividirlo”, refiriéndose a que cuando un líder o amigo le da la oportunidad a la persona equivocada solo basta que esta persona siembre la toxina de la duda que lamentablemente viene inscrita en nuestro código genético, para dividir.

Es así, cuando llevando la felicidad pintada en la cara por cosechar éxitos admirables, de repente se olvidan porque llega alguien movido por el éxito de los demás a acercarse como rémoras al tiburón a consumir y decir que gracias a ellos el proyecto sigue teniendo éxito, con lo que surgen diferencias, grietas apenas perceptibles y esas pequeñas grietas y diferencias dejan de ser pequeñas para volverse insalvables. Espero que nunca les pase, o tener cuidado de no ser ustedes los que provoquen esto en amigos, empresas o proyectos. Puesto que debemos tener presente que los primeros que te apoyan hombro con hombro a sacar adelante un proyecto y te ayudan a hacerlo exitoso, siempre deben de estar presentes.

Finalmente los invito a seguir aspirando el polvoriento aroma de la buena literatura como la de mi buen amigo cuyos heterónimos son “José Angerval”, “Bicho Gardo” o “El Ingeniero Argaez”, con el que podrás disfrutar a través de su libros que puedes descargar sin costo en: www.bichogardo.mx, porque has de recordar que los libros alimentan el activo intelectual del que más debemos depender, y como muestra, cuando le dices a una dama: “hoy me siento tan textual que te comería a versos”, para que no quede nada en el tintero: [email protected]