Un nuevo secreto en la pirámide de Kukulcán es revelado

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COLIMANOTICIAS

Yucatán.- Ayer miércoles investigadores de la UNAM y del INAH informaron sobre el hallazgo de una segunda subestructura al interior de la pirámide de Kukulcán, la cual habría sido construida entre los años 550 y 800 d.C., la etapa más temprana y menos conocida de este asentamiento maya. Lo anterior abre la posibilidad de profundizar en los estudios sobre los inicios de esta cultura milenaria.

Para este descubrimiento, el grupo científico utilizó una tecnología innovadora a nivel mundial, la cual fue creada por ellos mismos, y se vale de herramientas comerciales y no invasivas de exploración geofísica. Según un comunicado del INAH, lo que hicieron fue colocar detectores eléctricos alrededor de la pirámide y transmitir corriente para “iluminar” el interior del templo, y así obtener datos como la diferencia de potencial y la resistividad del subsuelo.

Además, el análisis de los cambios en las propiedades físicas subterráneas, así como un examen en 2D de 1931, les permitió trazar las dimensiones de una segunda subestructura en el costado sureste de la pirámide, que aproximadamente mediría 13 metros de alto, por 12 metros en dirección sur-norte y 18 en dirección este-oeste.

Es decir, este estudio reveló una ‘tercera’ estructura de menor tamaño dentro de las otras dos estructuras, la que se encuentra a la vista y una segunda más pequeña de la que se tenía conocimiento anteriormente.

En este sentido, la profesora de antropología de la Universidad de California en San Diego, Geoffrey Braswell, comparó en estudios previos a la pirámide de Chichén Itza con una muñequita rusa, en la que dentro hay otra y dentro otra. Sin embargo, en el fondo podría haber más de una plataforma encapsulada, según el reporte de AP.

“Para complicar las cosas”, afirmó Braswell, “la tercera muñequita rusa interna podría ser en realidad un conjunto de varias muñequitas más pequeñas dentro del mismo cascarón. Simplemente no lo sabemos”.

Importancia del descubrimiento

Al hablar acerca de la trascendencia de este hallazgo, la arqueóloga Denisse Argote aseveró que por medio de los nuevos datos, podrá conocerse más de la primera etapa monumental de Chichén Itzá, aquella cuando los “mayas puros”, es decir, sin contacto aún con civilizaciones extranjeras del actual centro de México, iniciaron la edificación de templos y edificios con alturas mayores a los cinco o diez metros de altura.

Al igual que otros sitios arqueológicos prehispánicos, aunó, la pirámide original y otras construcciones de la urbe, fueron cubiertas durante una segunda etapa habitacional, entre los años 800 y 1,000 d.C., y nuevamente por la tercera y actualmente visible etapa, desarrollada entre los años 1,050 y 1,300 d.C.

“Estas fases constructivas se deben a múltiples factores, desde la renovación en los grupos de poder hasta el deterioro natural de los edificios, sin embargo, los constructores se limitaban a rellenar y cubrir los templos antiguos ya que, justamente, se trataba de lugares sagrados que no podían destruirse pues eran necesarios para mantener el contacto con sus mundos espirituales”.

Otra teoría manejada por los especialistas es que, dada la mayor cercanía de esta segunda subestructura con la ubicación del agua en el subsuelo, los primeros habitantes de la ciudad conocían la existencia de dicho cuerpo de agua, al cual no únicamente veían como elemento clave para su subsistencia agrícola, sino como una representación cosmogónica del origen de la vida y, a la vez, del inframundo.

Los investigadores alabaron también los logros tecnológicos y logísticos del proyecto desarrollado desde 2014 y que ha concluido con este descubrimiento; en este sentido agradecieron a los colaboradores que les permitieron desarrollar su trabajo en un área que, en promedio, recibe diariamente entre seis mil y diez mil visitantes.

Señalaron por último que la confirmación geofísica tanto del cenote como de la segunda subestructura, podría guiar a futuros trabajos de exploración arqueológica para ubicar el acceso al adoratorio primigenio de la zona.

Fuente: http://sipse.com/