TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

A los políticos quien los defiende es su familia o aquellos que esperan conservar su puesto e incluso, quienes pretenden alcanzar una rebanada del pastel. No es lo mismo hablar de su trayectoria, que perderse en la cerrazón o berrinche porque ganó el que “no era el bueno”, para ellos. A más de veinte días de las votaciones, algunos servidores públicos siguen contaminando sus vidas y las de aquellos que los escuchan o leen, golpeando al presidente de la república o ejerciendo abuso de poder con la poca autoridad que les queda, en contra de quienes piensan partidistamente diferente a ellos.

Lamentable por donde se vea, si fuera un ciudadano común, voy de acuerdo, pero, son “servidores públicos”, se deben a la sociedad, adultos mayores que ostentan una responsabilidad y siguen abonando a la incertidumbre y a la sin razón caciquil, en fin, allá ellos y su conciencia, es tiempo de trabajar por Colima sin color partidista.

Llueve en Colima, una delicia y una bendición, la tierra se hidrata, se nutre y se fortalece, la vida se abre camino. Bien por los elementos de protección civil que recorrieron las zonas de riesgo para brindar la orientación y la ayuda necesarias. Lamentablemente mucha gente hizo uso de las playas a pesar del alto oleaje, sin duda y va con todo respeto, una acción carente de toda responsabilidad. Pues además de poner en riesgo su vida, quienes incurren en este tipo de actos, ponen en riesgo la del personal que apoya.

Acompañar terapéuticamente a una persona es sin duda una acción de gran responsabilidad, quienes lo hacen, en sus inicios, como todo profesionista, suelen tener algunas fallas por ignorancia o descuido e incluso por negligencia. De cualquier manera, cuando vas a la atención psicológica, lo menos que esperas es encontrar extrema discreción, silencio total a tu confesión. Al igual que cuando vas con un sacerdote, todo terapeuta que se digne de ser comprometido y cualquiera que sea su especialidad o profesión, necesita guardar el secreto de lo que le es compartido al interior de la intimidad terapéutica. De no ser así, corre el riesgo no solo de perder credibilidad, sino de afectar la vida emocional de su paciente.

Muchas calles y banquetas de la ciudad, sobre todo en zona céntrica, que es en donde debiera haber mejor presentación por el turismo, se encuentran en deplorable estado. Gran trabajo habrá de tener la próxima administración municipal de Colima, para poder dar una “garra de tigre” y no manita de gato, a todos esos espacios que representan una indispensable vía de comunicación indispensable para los colimenses. Mayormente cuando son calles o banquetas que desde hace años son como algunos políticos, intocables, un poquito de ironía para decir que nadie les ha dado mantenimiento.

Escuché en una sala de espera algo que me hizo reír de manera espontánea, resulta que dijo un caballero, en referencia a los diputados plurinominales, “anda circulando la foto de los nicah”, de pronto pensé en alguna banda de ciudadanos nicaragüenses. Además, como la plática no era conmigo, guardé silencio y me hice el desentendido. Con cierto tono, que yo interpreté de inconformidad, agregó, “nada hicieron y los vamos a mantener, es más ni los conozco”. (Ni Campaña Hicieron, nicah)

ABUELITAS:

Reitero mi reconocimiento al ejercito mexicano, a la marina y a todos los cuerpos de seguridad que están prestos a servir a la población vulnerada. Sin duda, son personas dignas de respeto y admiración. Estados como Colima, Nayarit, Sinaloa y Baja California Sur, Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Jalisco, se han visto beneficiados con la activación del plan DN111 puesto en marcha por el ejército derivado de la presencia del huracán Enrique, orgullo de todos los mexicanos. Es cuanto.