Por: Gustavo López Solórzano
La democracia necesita una virtud: la confianza. Sin su construcción, no puede haber una auténtica democracia. Victoria Camps (1941-?) Filósofa española.
La mujer, inseparable compañera del hombre y aliciente constante en su caminar, se hizo cargo del hogar y supo dirigir el destino de la familia llevándolo a puerto seguro, en esa permanencia daba también soporte al hombre y con ello, sostenían el equilibrio social. Un día justo y necesario, compartió responsabilidades laborales con el hombre y ese fue el inicio de la peor pérdida que ha tenido la humanidad desde su comienzo en este plano, la caída del núcleo en el que la sociedad tenía basado su crecimiento, la familia.
A lo largo de su historia, el hombre se ha organizado en grupos para poder lograr objetivos, desde la época de las cavernas según nos dicen los libros, el hombre se asociaba para cazar y alimentar a sus familias. Con el tiempo, fue necesario que esos grupos contaran con un dirigente que supiera encauzar las inquietudes individuales y grupales; así mismo, satisfacer ordenadamente sus necesidades más apremiantes. Hordas, clanes, tribus, pueblos, ciudades y metrópolis, han sido algunas de las denominaciones utilizadas para nombrar la organización formada de esas agrupaciones. Desde la antigua Roma, cónsules, pretores y ediles, nos recuerdan formas sociales de organización en las que por cuestión de espacio no profundizaré. El crecimiento poblacional fue dando como resultado que la sociedad se organizara nombrando, escogiendo, seleccionando a sus mandatarios, representantes y servidores en general.
2015 marca un parteaguas en la vida política y social de nuestro país, pues habremos de vivir un acto de responsabilidad social que representa un avance en la democracia. Sin parafrasear a nadie y con respeto absoluto a la ideología ciudadana, queremos, esperamos y deseamos, gobernantes y representantes populares que tengan la humildad para aceptar los resultados que la sociedad decida, que asuman con amorosa madurez su encargo, que gobiernen para todos, que unan a sus gobernados, que trabajen sin distingos de color partidista a partir del momento en que asuman su responsabilidad, que vean principalmente por las clases más desprotegidas, y que sean generadores de empleos, entre otras importantes necesidades por resolver. Finalmente que cumplan con todo aquello con lo que se comprometieron. La sociedad colimense lo merece.
ABUELITAS:
Con fundamento en la ley del municipio de Colima, y en virtud de las elecciones, los días 6 y 7 del presente mes habrá ley seca. Por lo tanto queda prohibida la venta y consumo de bebidas embriagantes, naturalmente será supervisado el cumplimiento respetuoso de dicha norma. Vamos a votar, ejerzamos nuestro derecho. Es cuánto.