TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano

Muchas personas que me hacen favor de leerme me han pedido que escriba sobre temas de salud y algunas sugerencias para mantener el equilibrio de la misma. En atención a ello, hoy quiero compartirles esta importante información que estoy seguro les será de mucha utilidad, aclarando que la salud no solo es la ausencia de enfermedad, sino algo más complejo. Mi madre decía que el sueño es la mitad de la vida y no se equivocaba; especialistas diversos explican sobre la importancia de dormir adecuadamente y acorde a nuestra necesidad corporal, pues acostarse temprano, por ejemplo, no es sólo un buen consejo. Es una invitación para elevar la calidad de vida, ya que el cuerpo humano es una máquina inteligente, perfecta, pero requiere de ciertos cuidados para evitar daños o enfermedades.

Seguramente usted ha leído sobre el reloj biológico, ¿En qué parte del organismo se ubica este regulador natural de los tiempos y ritmos corporales? Para el investigador Diego Andrés Golombek doctor en Biología y profesor Titular Regular de la Universidad Nacional de Quilmes, la respuesta está en el cerebro: “se hicieron diferentes experimentos y se supo que esa información va a parar al centro del cerebro: ingresa a través de la luz por los ojos y se ubica en el núcleo supra-quiasmático”. Así como la vida social está regida por el tiempo que dictan calendarios y relojes, dentro del organismo múltiples funciones vitales son dirigidas por el ritmo de nuestros relojes biológicos, complejos sistemas bioquímicos en donde la actividad de ciertas células y sustancias obedece, como las manecillas y la cuerda de un reloj, a un mecanismo preciso y constante que, cuando presenta alguna falla, ocasiona en las personas trastornos de sueño, depresión o esfuerzos especiales a fin de ajustarse, por ejemplo, al horario de otro país cuando se viaja de un continente a otro, e incluso para adaptarse al horario de verano que hoy nos rige.

¿Me creerá si le digo que el desvelo engorda? Permítame decirle que las personas que no duermen lo suficiente son más susceptibles a sufrir enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, depresión y obesidad. Además, la vida se reduce considerablemente e incluso algunas personas podrían tener más riesgo de padecer cáncer. Investigadores de la Universidad de Uppsala en Suecia, hicieron un análisis de sangre a 15 hombres jóvenes y sanos que fueron privados de sueño por una noche y que en otra etapa del estudio durmieron aproximadamente 8 horas. Los resultados revelaron que los niveles séricos de las moléculas se incrementaron en un 20% cuando fueron privados del sueño en comparación con los valores obtenidos después de una noche de sueño.

Dormir bien es tan importante como comer, pues le damos a nuestro organismo otro tipo de alimento igual o más valioso que el alimento material. Naturalmente que, largas horas de sueño posteriores a una desvelada, nada recuperan y no siempre renueva la armonía corporal. “Dormimos para limpiar el cerebro”, dice la Dra. Maiken Nedergaard, de la Universidad de Rochester, en Nueva York. Hoy se sabe que la falta de sueño puede hacer que el cuerpo produzca más sustancias químicas y hormonas que pueden conducir a enfermedades cardíacas, riesgo de accidente cerebrovascular, e incluso Osteoporosis entre otros serios problemas de salud.

ABUELITAS:

Hoy es día no laborable para muchas instituciones a nivel nacional y estaremos sin servicio bancario porque también descansan. Este puente se da en el marco previo a la conmemoración de un aniversario más del Benemérito de las Américas. Así que hay que disfrutar a la familia y descansar cómodamente en casita. Es cuánto.