PRESIDENTA RESPONSABLE

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Por: Manuel Olvera Sánchez

A través de los años hemos sido testigos del incremento poblacional que ha vivido nuestro estado, lo cual repercute de manera directa en los municipios en virtud de que son ellos los que por mandato constitucional deberán de atender los servicios públicos como lo son la seguridad pública, parques y jardines, recolección de basura, entre otros.

Sin embargo, también debemos observar que al incrementar la población, como consecuencia, la demanda de servicios es mayor. Lo correcto debería ser que en esa misma proporción los ingresos de las arcas municipales se incrementaran, situación que escapa de esa realidad.

Vale recordar que hoy en día que salvo los municipios de Manzanillo, Minatitlán  y Cuauhtémoc, el resto recurrirán a solicitar endeudamiento en razón de que se procedió de manera omisa al no generar las previsiones financieras necesarias para evitar este tipo de inercias negativas que cada fin de ejercicio fiscal sufren las alcaldías.

Lo anterior se deriva en virtud de que no obstante que existe disposiciones legales que obligan a los municipios a adoptar políticas públicas previsoras, actúan de manera omisa, con las consecuencias que hoy en día estamos observando y que pareciera que se está convirtiendo en una costumbre proceder de esa manera.

Desafortunadamente existen alcaldes y alcaldesas que por desconocimiento de las facultades que las leyes les otorgan como autoridades no actúan, razón por la cual las arcas municipales no cuentan con recursos financieros suficientes para atender las múltiples necesidades que requiere el pueblo para lograr una calidad de vida.

En ocasiones quienes están al frente de los ayuntamientos, no obstante que ya han desempeñado esas funciones  en otras ocasiones   y conocen las disposiciones legales a través de las cuales se allegarían de recursos financieros, no proceden en virtud de que sus aspiraciones políticas se verían frustradas al momento de requerir créditos fiscales a una gran cartera de morosidad existente en el impuesto predial.

Sin embargo, el problema no es exclusivo de la falta de trabajo de los encargados de las arcas municipales, a esto se le suma la excesiva carga burocrática que propicia que en un 75% los recursos financieros del gasto corriente se destine para el pago de servicios personales, en este caso en particular la mayoría del personal se le encomiendan tareas administrativas sin observar que donde se requiere de mayor personal es en áreas como lo son: limpia y sanidad, parques y jardines, obras públicas y en su caso en tareas como seguridad pública y vialidad; lo anterior propicia una plantilla laboral abultada en personal administrativo descuidando áreas estratégicas de cualquier administración municipal.

Un testimonio fiel que revela un alto sentido de responsabilidad con su pueblo es la alcaldesa del municipio de manzanillo Griselda Martínez Martínez. La alcaldesa, no obstante que es su primera incursión en tareas dentro de la función pública, ha acreditado que bajo una visión de gobierno contrastante a los que le antecedieron se pueden lograr avances importantes, tal es el caso que para este ejercicio fiscal que está por concluir erogarán la cantidad de 55 millones de pesos para el pago de aguinaldos y otra serie de prestaciones por concepto de servicios personales, sin recurrir a adelanto de participaciones federales y menos aún solicitar una línea de crédito con alguna institución bancaria.

La alcaldesa ha precisado que lo anterior obedece a que han adoptado posturas financieras que les han permitido ahorros considerables donde ha prevalecido el interés de la población por encima de vicios o inercias negativas heredadas y arraigadas con el correr de los años.

El municipio de Colima que no obstante contar con un presupuesto similar al de Manzanillo, el presidente municipal Leoncio Morán ha manifestado que requiere la cantidad de 40 millones de pesos, no obstante que su capacidad de recaudación contrasta de manera importante. No es posible que no se hayan establecido estrategias financieras con la finalidad de cubrir dichas prestaciones, y no se justifica ya que las vialidades, jardines, camellones están en pésimas condiciones, y ya no se diga lo relacionado a la seguridad pública.

En el caso del municipio de Tecomán, han manifestado que sus necesidades para fin de año oscila en los 42 millones de pesos, recurso con los cuales no cuentan en virtud de que no se hicieron las previsiones necesarias, ya que se está liquidando un crédito obtenido en el ejercicio fiscal 2018 con la finalidad de cubrir servicios personales entre los que destaca el aguinaldo. Sin embargo, dichas prestaciones laborales se encuentran establecidas dentro del presupuesto de egresos y su fuente de financiamiento en ley de ingresos, situación que evidencia una falta de responsabilidad en el manejo de la hacienda pública.

Villa de Álvarez no es ajeno a lo anterior, el alcalde Felipe Cruz Calvario, no obstante ser la tercer administración municipal en la cual le ha tocado dirigir los destinos del municipio, ha señalado que para cubrir sus necesidades de fin de año recurrirán a un adelanto de participaciones federales, situación que evidencia que el área encargada del manejo financiero no ha logrado lograr equilibrios financieros.

Indudablemente que nos encontramos ante alcaldes que no obstante conocer las múltiples responsabilidades que impone el dirigir los destinos de sus municipios, han actuado de manera omisa, situación de la cual la alcaldesa de Manzanillo Griselda Martínez Martínez hace la excepción.

La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.

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