Motocicletas y otros ruidos

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Sociedad del conocimiento

Por: Alfonso Polanco Terríquez

Vivimos en una sociedad en la que los ruidos son constantes, muchas de las ocasiones por arriba de los niveles de decibeles permitidos por la propia autoridad y acordados con los grupos ambientalistas, en ese sentido empresarios, clubes, organizaciones, y algunos ciudadanos inconscientes, lo hacen, sabedores de que quien tiene la capacidad y la obligación para regularlos y aplicar una infracción no lo hace, y lo más grave, se ha normalizado el que cualquiera puede hacerlos sin que haya una consecuencia, el ejemplo más claro son las hordas de motociclistas que circulan a velocidades no permitidas por las principales avenidas de la ciudad con los escapes modificados intencionalmente para hacer más ruido.

En administraciones pasadas había en los ayuntamientos de la entidad una persona encargada de checar que el sonido de los eventos no superará los decibeles permitidos, de lo contrario el empresario, la empresa o el grupo que incumplía, era sancionado con una multa económica, lo mismo sucedía en los eventos particulares. También existía un horario máximo permitido, que hace algunas décadas era las doce de la noche. A los antros se les permitía un horario más amplio siempre y cuando estuvieran alejados de viviendas, ellos se silenciaban a la una de la mañana.

Todo eso cambió, tal parece que no hay autoridad para sancionar el exceso de volumen con el que circulan algunos choferes de vehículos (entre ellas las motocicletas), así como el de algunos antros y eventos públicos, al parecer lo importante es el ruido, no importa si con ellos generas intranquilidad y asustas a más de un adulto mayor, a un bebe o una persona, o si pasas por donde hay una persona convaleciente, hospital o clínica.

El otro ruido, el sonido de claxon, hoy cualquier conductor de carro, camión, utiliza el claxon en vez de frenar cuando ven que un peatón o algún animal se atraviesa de manera sorpresiva, olvidando que lo único que van a provocar es que la persona o el animal se queden paralizados en lugar de caminar más aprisa, provocando un accidente, cuando lo más prudente seria detenerse o aminorar la velocidad, al fin y al cabo la persona o el animal ya están ahí.

Sobre el claxon la mayor parte de los automovilistas lo utilizan de una mal manera, hacen del uso de este sonido cuando están en un embotellamiento, cuando creen que el carro o automóvil de adelante no circula porque el conductor no quiere, sin reflexionar que no avanza quizás porque más adelante está un accidente de tráfico, por citar. Incluso, hay personas que tratan que su familia como animales, pues al llegar tocan el claxon para que salgan de su casa.

El ruido de las motocicletas en los últimos meses se ha incrementado sustancialmente sin que las autoridades estatales y municipales hagan algo. Lo irónico del asunto es que pasan frente a los encargados de vigilar esta situación y prefieren meterse a la patrulla, retirarse en su bicicleta o meterse a la dependencia. Lo triste es que grupos de jóvenes involucrados en la delincuencia han formado sus propias bandas para andar por avenidas, calles a exceso de velocidad y sobre el ruido del claxon y la autoridad bien gracias, ya se han perdido varías vidas en este tipo de grupos, más lo lamentable, pareciera que no hay autoridades como sucede en las carreteras federales que ni las luces de los de la Guardia Nacional solamente los mira cuando hay un accidente automovilístico .

Es tal el contagio sobre el ruido en motocicletas que a últimas fechas los que llevan comida rápida a domicilio traen el escape de su motocicleta modificando para causar el mayor ruido posible, ojalá que el encargado de este tipo de servicios antes de autorizar a un chofer como uber motocicleta revisen constantemente las condiciones del ruido de sus vehículos.

Para despedirme. El ruido y el exceso de velocidad se ha vuelto en las últimas fechas tan comunes que hasta con los choferes de camiones urbanos sucede lo mismo, no les importa pasar solamente a una alta velocidad sino incluso el ruido del mofle está arriba de los estándares permitidos para este tipo de unidades. Esperemos que no haya una desgracia para que las autoridades comiencen a actuar. Por el bien de todos contribuyamos a no usar el claxon, a evitar el ruido innecesario, máximo cuando estés en casa o circules con tu unidad, pero sobre todo los motocicletas arreglar sus mofles. Nos vemos en otra entrega