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GENIO Y FIGURA…

Por: Noé Guerra Pimentel

Si de algo podemos presumir los posibles electores en Colima, es que de los hasta ahora más conocidos candidatos a los diferentes cargos de elección, nadie nos puede engañar, por lo menos no de su comportamiento público, sabemos perfectamente quiénes son y cómo se las gastan, conocemos sus límites y limitaciones, sus tentaciones y en algunos casos hasta sus frustraciones; al momento, sin mayores sorpresas con sus claros y oscuros, lados flacos y antecedentes, para la mayoría nos han resultado tan conocidos como predecibles. Queda claro que cómo los conocemos han sido y serán, no cambiarán, no nos engañemos, para bien o para mal nadie es diferente a lo que ha sido.

De ahí que tendremos para escoger entre los taimados y gandallas hasta los ordinarios mediocres que no ofrecen nada ni se comprometen con nada, pasando por los vividores, los tránsfugas, despistados, transas, oportunistas y los mesías, todos en el mismo paquete y en busca de lo mismo, algunos con más posibilidades que otros pero al fin todos ahí buscando llegar con y por diferentes motivaciones, entre la mayoría tenemos a los que van por la satisfacción de su egocentrismo y ambición por el poder, poder para ser algo o alguien, para hacerse de algo o más de lo que ya tienen; y los menos, con mis dudas y reservas, pues en nuestro contexto no sería más que una quimera, irían quienes podrían aspirar a hacer algo por los demás.

Con este abanico donde encontramos entre los que nunca han participado en una elección y ni idea tienen de un proceso de esta índole, como los que han participado pero que nunca han ganado y los que han probado las dos suertes. Otra vez los colimenses tenemos la posibilidad de elegir, quizá no al mejor, pero sí al menos malo (“¡La caballada está flaca!”), a quien menos nos perjudique, ya no digamos que mejores resultados nos dé, de antemano sabemos que la medianía impera y que por más blasones y medallas que cuelguen de algunos no dará más de lo conocido, como el que a otros nos los quieran vender como ingenuos o hermanos de la caridad, no va por ahí, cada uno es y será como ha sido.

Por ejemplo, entre algunos de los que aspiran a la gubernatura ¿A poco alguien se ha sorprendido con los actos presuntamente ilegales de Jorge Luis Preciado sobre su agandalle propagandístico y excedidos gastos de campaña, o con las actitudes dictatoriales y arranques de Locho y con la hasta hoy comentada falta de “clic” de Nacho? ¿Verdad que nadie? Cada uno ha actuado como corresponde a sus personalidades, de ahí que no esperemos que Preciado se componga y se ajuste a la legalidad o que Locho se atempere y tenga mesura, o igual, que Nacho pueda revelarse conmoviendo masas y concitando multitudes, nada de eso ocurrirá, cada uno es fiel a su personalidad: desde el arbitrario y estridente provocador; el atrabancado, compulsivo e irreflexivo; hasta el mesurado, calculador y analítico. Cada uno en su estilo. Cada uno de acuerdo a su pasado.

De los otros cinco que se inscribieron, ni hablar, no le veo caso, solo desearles que la experiencia les aproveche y que para la otra se la piensen y más cuando en un elemental ejercicio de autocrítica encuentren que no rebasan la media, es decir que carezcan de mayor reconocimiento y aceptación social, de liderazgo reconocido, capacidad de gestión, oratoria, discurso político, claridad de ideas, presencia y proyección personal, como es el caso de varios, sin meternos a la formación académica, capacidad administrativa o trayectoria y experiencia política; para que mejor se abstengan, la sociedad ya no aguanta más improvisaciones ni improvisados, el eventual desempeño del más alto cargo y responsabilidad estatal exige seriedad, responsabilidad y compromiso, la participación de gente, mujer u hombre, que por lo menos observe las capacidades indispensables para tener un desempeño digno.