Pupitre al Fondo
Por: Blanca F. Góngora
En mayo pasado se dio a conocer a nivel nacional la “Política del Bienestar al Salario de las y los Maestros” para mejorar los salarios de los trabajadores de la educación. Se prometió un incremento y por fin ahora en noviembre se hará el pago retroactivo con fecha al 01 de enero de este año. El objetivo: lograr que todos los trabajadores de la educación independientemente de su formación académica, responsabilidad o función mejoren sus ingresos y ganen al menos 16 mil pesos mensuales. Se escucha bien, pero dentro del gremio no se considera así y más adelante explico el porqué.
Según la Secretaría de Educación de Jalisco, el incremento se da de acuerdo a dos mecánicas: 1) todos los trabajadores cuyo sueldo no sea mayor a los 34 mil pesos mensuales brutos gozarán de un incremento entre el 0.5 y 2.0 por ciento, pero si ganan más que esa cantidad no tienen derecho a ese incremento porcentual; y, 2) además del porcentaje anterior, se les asignará un nuevo concepto (MB Medida del Bienestar) en su talón de pago que será igual a la cantidad que les falte para completar esos 16 mil pesos mensuales brutos. Esto en Jalisco y para los que trabajen por jornada. En el caso de Colima la explicación dada en el boletín 009/CGO/2023 firmado por el líder de la sección 6 del SNTE y publicado casi a las 11 de la noche de ayer 09 de noviembre en la página oficial de Facebook, va en el mismo sentido agregando además que el incremento de los que trabajan por hora/semana/ mes es de 9.60 pesos por hora mensual.
La comunicación no ha sido clara a nivel nacional ni en los Estados. Esto causó muchas especulaciones, grandes esperanzas y malos entendidos. Lo que es una verdad inamovible es que muchos docentes y directivos no consideran que ha sido justo el aumento porque pese a su formación y responsabilidad [al menos una licenciatura, un sin fin de cursos de actualización, muchas horas de estudio para ganarse sus plazas en concursos, muchísima responsabilidad al estar dando clases frente y a cargo de niños y adolescentes, además los maestros pasan largas horas planificando las clases, elaborando materiales didácticos, decidiendo cuál nueva estrategia implementar para mejorar resultados, por mencionar unas cuantas de las muchas faenas diarias, pero también debo agregar que muchísimos docentes cuentan con diversos diplomados, maestrías, doctorados y muchas horas de gestión para beneficiar a sus comunidades escolares] la resolución de igualar los salarios a un “piso parejo” no ha sido bien recibida porque algunos docentes han quedado con un salario igual que un intendente o administrativo que si bien también son importantes y ejercen una función valiosa en las escuelas, su responsabilidad es menor y las exigencias académicas y de formación y los procesos que se exigen para ser acreedor de una posición/plaza de estas son también distintas, como distinto tendría que haber sido el incremento ya que este debería haberse regido por la equidad, entendiéndose por ello el dar a cada quien lo que se merece en función de sus méritos, formación y responsabilidades.
Los menos beneficiados han sido los maestros que ganan por hora/semana/mes, por ejemplo los maestros de secundaria, ya que el incremento por hora es realmente nimio, tanto que algunos hasta lo consideran ofensivo pues estos maestros por horas ganarán menos que otras categorías existentes en el gremio de la educación, por lo que no es de extrañarse que más de alguno desearía a una plaza no docente para ganar mejor sin tener que trabajar en más de dos escuelas, ni planear clases, ni estar sujetos a evaluaciones, ni tener que llevarse trabajo a terminar en casa, ni entregar calificaciones ni enfrentar a padres de familia y directivos, además no tendrían que asistir a cursos de actualización ni a consejos técnicos, ni tendrían que rendir cuentas ni cumplir con los estándares que les son exigidos. Los PAAE (personal de apoyo y asistencia a la educación, es decir personal no docente) merecían el aumento y ¡qué bueno que se los dieron!, pero los docentes también deben ser mejor pagados y mejor revalorados: su tiempo, su formación, sus responsabilidades y su comprometida función social.
El próximo año son elecciones y seguramente se implementará a la brevedad una estrategia “curita” buscando votos y tratando de sanar la decepción magisterial que ahora se vive, pero los docentes, como AMLO: también perdonan, pero no olvidan.
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