PARACAÍDAS
Por: Rogelio Guedea
Las piezas del ajedrez electoral empiezan a moverse y mientras las confrontaciones se centran entre los municipios más grandes (especialmente la que existe entre Manzanillo y el gobierno estatal, Griselda Martínez vs Indira Vizcaíno), hay municipios que pasan desapercibidos pero que pueden ser fieles de la balanza en la contienda electoral por venir, todo dependerá de los acuerdos político-electorales a los que se lleguen en su momento, y así se carguen hacia un lado o hacia otro de los adversarios políticos. Uno de estos municipios es Ixtlahuacán, no tan lejano como pudiera pensarse del centro neurálgico de las definiciones comiciales de 2024. Su presidente, Carlos Carrasco, quien ya ha sido alcalde en tres ocasiones (contando ésta que termina el próximo año) fue quien básicamente refrendó el registro del Partido Encuentro Social (PES) en Colima, pues fue el único candidato de elección popular que salió bien librado de las pasadas elecciones, al punto de que consiguió la reelección como edil de Ixtlahuacán, en donde ha llevado a cabo (calladita la boca) programas de arraigo y legitimidad social como los que están en favor de los estudiantes (con 50 estudiantes beneficiados), los discapacitados (30 beneficiados), las madres de familia e incluso el programa de empleo temporal, con lo cual tiene a la comunidad satisfecha de su gestión. Quizá fue este liderazgo natural el que le dio a Carlos Carrasco los arreos para, desde hace unos meses, convertirse en el líder estatal del PES, una plataforma más para iniciar —si se hace como debe ser— una avanzada que venga a beneficiar a sectores de la sociedad que han pasado indiferentes por los grandes partidos, incluido por el Frente Amplio colimense. El PES en Colima es hoy por hoy el único partido, después del desastre que dejó Locho Morán en Movimiento Ciudadano y del desgaste natural del PRI y del PAN, y de la misma Morena, que podría representar un fiel de la balanza en cuanto a la oferta de candidatos atractivos para las próximas elecciones, y en eso le va la vida a su actual líder Carlos Carrasco, quien ha sabido sortear incluso las pugnas internas del propio partido que ahora dirige y las que tendrá que sortear en su momento del exterior (con Morena, por un lado, y con el Frente Amplio, por el otro) para poder abrirse paso entre la oferta electoral de 2024. Por lo pronto, Carlos Carrasco debería replicar los programas y proyectos que le han resultado exitosos en sus gestiones como edil de Ixtlahuacán para (con sus obvias adaptaciones) llevarlos a la dirigencia estatal del PES, y de esta manera representar una opción digna para unos comicios que no serán nada fáciles para ninguno de los contrincantes, por más inofensivos que parezcan.
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