EL PELIGRO DE SER JOVEN EN MÉXICO

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Los ojos no sirven

de nada a un

cerebro ciego.

Proverbio árabe.

 Por: Manuel Olvera Sánchez.

Si bien es cierto que los homicidios dolosos llevados a cabo por el crimen organizado han sido un fenómeno que va a la alza, lo más lamentable es que entre este universo de pérdida de vidas se encuentran la de jóvenes entre 15 y 19 años que lamentablemente han visto truncado su juventud y futuro.

Según cifras aportadas con el INEGI tan sólo en el año 2017 en nuestro estado se reportaron 88 asesinatos por cada 100 mil jóvenes, cifra que contrasta con la media nacional que es de 21 homicidios por cada 100,000 jóvenes, es decir, tres veces reportado a nivel nacional de lo que ocurre en nuestro estado.

Uno de los factores que influyen en este tipo de delitos vayan al alza obedece a los altos niveles de impunidad y la facilidad que tienen los grupos delincuenciales para involucrar a los jóvenes y hacerlos partícipes de estos delitos ya que por su poca experiencia en la vida son reclutados por estas organizaciones criminales, e incluso a factores como la desintegración familiar que deriva en que sean presa fácil para envolverlos a involucrarlos en estas conductas antisociales.

Otro problema que se está viviendo nuestro país y que es una de las causales principales para que el consumo de drogas vaya en ascenso es el referente a que las políticas públicas han sido inconsistentes, por lo tanto, no tienen un rumbo bien definido, no hay planes y si bien es cierto que existen programas sociales, estos no cuentan con mecanismos a través de los cuales se pueda medir la eficiencia de los mismos; hace falta ver el problema de las adicciones como una enfermedad y no bajo una visión criminalista.

Si bien es cierto que han existido programas sociales enfocados a prevenir y tratar la drogadicción, también es cierto que no existen indicadores a través de los cuales se pueda revelar los resultados favorables obtenidos a través de estos programas, razón demás, para entender que este tipo de problemas sociales no han sido prioritarios para el gobernante en turno.

Hace falta atacar de raíz el problema de tanta inseguridad y tanta violencia que se está registrando a lo largo y ancho del país, una de las funciones principales del gobierno es que cumplan con su función social, no hay crecimiento económico y los programas sociales como jóvenes construyendo el futuro, becas para la educación son programas que hoy en día no se ven resultados ya que los índices delictivos así lo están reflejando.

El problema de las adicciones en nuestro país hoy en día ya es un tema mayor de lo que se pensaba, ya que según la encuesta nacional de adicciones existen 2.2 millones de personas que consumen drogas de las cuales 230,000 son menores de edad, fenómeno que indudablemente debiera alertar al gobierno federal y redireccionar las políticas públicas ya que el futuro de nuestro país como son los jóvenes están tomando el camino equivocado.

Uno de los indicadores que ha revelado que el delegar las tareas de combatir el crimen organizado a través del Ejército Mexicano, la Marina y la Guardia Nacional no ha funcionado, obedece a que ese tipo de tareas les debieran llevar autoridades civiles y no militares, ya que al entregarle el pleno poder del combate del crimen organizado ha derivado en múltiples violaciones a los derechos humanos, en los cuales pierden la vida jóvenes a manos del Estado Mexicano.

Las políticas públicas del Estado Mexicano deberían de ir enfocadas a que nuestros jóvenes se dediquen actividades lícitas y que le rindan buenas cuentas a la sociedad; si logramos que ellos asuman ese compromiso con la sociedad bajo una visión humanista estarán en condiciones de adoptar posturas no criminógenas.

La sociedad juega un factor muy importante para que nuestros jóvenes desarrollen tareas positivas, ellos necesitan ser considerados dentro de la sociedad como personas enriquecedoras y no como simples objetos de socialización, ellos necesitan un desarrollo armonioso, y nunca que le sean pisoteados sus derechos.

Pero no será posible lograr que nuestros jóvenes adopten una visión positiva ante la sociedad si el mismo gobierno no crea las condiciones de oportunidades para todos, y me refiero en particular a las oportunidades educativas ya que la demanda educativa cada día es mayor y los espacios no son suficientes en virtud que no se está invirtiendo en infraestructura educativa y ya no se diga en la remuneración a los académicos.

La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.

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