El desastre de la Salud en Colima

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Ventana política

Por: Guillermo Montelón Nava

La crisis en el sistema nacional de salud está a punto de causar el peor desastre, que de hecho ha venido afectando a un alto porcentaje de la población, al grado de que los propios médicos, enfermeras y personal administrativo están a punto de estallar en una inconformidad generalizada, misma que podría llevarlos al paro general de labores en los próximos días, dada la nula respuesta del gobierno estatal de morena para resolver las necesidades de las casas y centros de salud, así como de los hospitales, pues todo ha quedado en promesas y mentiras.

La falta de medicamentos e insumos se vino agravando al grado de que luego fueron quedando fuera de servicio diversos equipos básicos, tanto de rayos X como de ultrasonido y el tomógrafo, ya no digamos la falta de insumos para estudios de laboratorio, aparte de los problemas por falta de médicos generales y especialistas, obligando a cientos de pacientes a que ellos mismos tengan que comprar muchos de los insumos o recurrir a la medicina privada para estudios clínicos diversos.

Este problema que desde el mes de enero había sido advertido por legisladores de oposición como el diputado Jesús Dueñas, cuando a comenzó a retirarse el equipamiento indispensable la toma de muestras médicas para estudios de laboratorio, cuando desde el año pasado los servicios de rayos X del Hospital Regional estaban sin funcionar, lo mismo que el tomógrafo, afectando directamente la atención en consultas generales, en urgencias, las cirugías y demás servicios administrativos, ahora llegó a su límite.

Las denuncias y señalamientos de diputados que hicieron eco de la inconformidad de los pacientes y sus familias, incluyó la exigencia de que la gobernadora Indira Vizcaíno interviniera para que se pudiera dar una buena atención médica, que se destituya a la Secretaria de salud y para que se haga efectivo el derecho a la salud, consagrado en la Constitución, pero lejos de resolver los problemas, se agravaron sencillamente porque el centralismo que aplica el gobierno de la 4T ha complicado aún más la falta de una política de salud eficaz y que desde el inicio de este gobierno ha sido un fracaso total, comenzando por la desaparición del Seguro Médico Popular y la fallida creación del INSABI.

Ante esta crisis que ha llegado al límite de la resistencia del personal de salud, resulta muy criticable que en lugar de defender el derecho a la salud de los colimenses, la gobernadora, aceptó traspasar todas las instalaciones del sector que atendía el estado, para que ahora sean operadas por el sistema IMSS Bienestar que simplemente no tiene la capacidad ni las bases administrativas y financieras para que funcione, generando un verdadero caos en la prestación de los servicios y en el desempeño del personal. El desorden es tal que los trabajadores ya no saben cuál es su estatus laboral y existe el temor de perder antigüedad, derechos y prestaciones. Deshacerse de todo el equipamiento en infraestructura que dependía del gobierno del estado no resuelve el que IMSS bienestar pueda dar un buen servicio, sencillamente porque no hay capacidad ni operativa ni financiera en el nuevo sistema de salud de la federación.

Si como lo anunció la líder de los trabajadores de la Secretaría de salud Ma. Dolores González Meza se decide realizar un paro general de actividades por parte del personal sindicalizado, el daño a la salud por falta de atención médica será incalculable, pero tal parece que a nadie de Morena le importa pues a estas alturas, es claro que el gobierno federal se encuentra financieramente en quiebra y por eso sigue regateando recursos para que los estados resuelvan estos problemas. De hecho, sus maniobras para hacerse de más dinero vía la confiscación o robo del dinero de los trabajadores mediante el pretexto del nuevo fondo de pensiones, no parece que les vaya a funcionar por los amparos que ya han comenzado a interponerse y la controversia constitucional ya presentada.

Así las cosas, el fin del sexenio de Obrador ya comienza a dar señales del desastre económico financiero que dejará al concluir su mandato, pues ahora, además de esta crisis en materia de salud que en casi 6 años no han podido enderezar luego de imponer caprichos, también se nos viene encima la crisis energética con apagones que parece serán el pan de cada día durante este verano. Lo único bueno de todo esto es que ahora la ciudadanía tendrá todavía más elementos para calificar a este pésimo gobierno y tomar su decisión el próximo 2 de junio. Veremos cuanto más resiste este México nuestro.

 

*Las opiniones expresadas en este texto de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles CN COLIMANOTICIAS.