CIENCIA Y FUTURO

0

Confirmada la nueva austeridad económica en México

Por: Dr. Juan González García*

Recientemente se anunció tanto por el presidente Enrique Peña Nieto, como por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso,  que en lo que resta del año 2015 y en 2016, México implementará un programa económico de austeridad. En principio, es algo que ya se veía venir, ante el escenario de inestabilidad bursátil, cambiaria y de los precios del petróleo que ha predominado en este 2015. La austeridad, empezará en el gobierno federal y se extenderá a los gobiernos estatales y municipales. Esta austeridad, obviamente, también llegará a las familias, dado el importante rol que el gobierno mexicano tiene como  agente económico preponderante. Los trabajadores de gobierno (burócratas) y los de las dependencias federales y funcionarios públicos, representan una buena parte del presupuesto público en lo que se refiere a gasto corriente.

En principio, en México no es algo nuevo la austeridad, ya desde los gobiernos de Miguel de la Madrid y Ernesto Zedillo, se aplicaron medidas de ajuste al gasto de gobierno, para intentar frenar el gasto superfluo en que se incurría sistemáticamente. La austeridad, llega a la sociedad, ya que el gobierno es uno de los consumidores principales de las empresas de bienes y servicios que operan en el país e incluso de capital extranjero. Habría que estar preparados para no sufrir en demasía el impacto del ajuste y programa de austeridad que se dejará sentir en lo que resta del año y 2016.

Como punto de inicio, se esperaría que el presupuesto entregado este ocho de septiembre por el presidente Enrique Peña Nieto, a la Cámara de Diputados, refleje realmente la evaluación que supuso hacer de los 800 programas a los que se canalizan recursos del gobierno federal y se justifique plenamente el menor monto hasta en 135 mil millones de pesos que se propondrá. Se estima que el 10 por ciento de los programas federales, sufrirán ya sea la eliminación o una drástica reducción. Se esperaría que la evaluación hecha de dichos programas, haya localizado a los programas que pueden ser susceptibles de ajuste y/o eliminación. A los programas restantes, habría que esperar que se hiciera un plan de austeridad, para mantener su viabilidad, versus su costo e impacto.

A la menor tasa de crecimiento de la economía para 2016, se esperaría que no afectara demasiado la aún inestabilidad económica mundial que pronostican los organismo económicos internacionales como el FMI y el Banco Mundial. En todo caso, la tasa del 3.5 por ciento del PIB es factible, siempre y cuando, el menor gasto público, sea sustituido por una mayor inversión tanto privada nacional como extranjera; lo que no es tan factible, es que el tipo de cambio, se pronostique con un valor de 14.5 pesos por dólar, dado el alto nivel que alcanzó en las últimas semanas. Respecto al precio del petróleo, habría que esperar un precio del crudo que oscile entre los 35 y 45 dólares, por lo que la nueva cobertura de 2016 de 49 dólares, parece positiva.

Con la entrada en vigencia del presupuesto base cero, se esperaría que no se contrate más deuda injustificada o por motivos de imagen política; tampoco que se contrate a personal, que no se justifique y sobre todo, que se abran a concurso público las pocas plazas que pudieran ofertarse. Idealmente, se esperaría que se eliminaran los gastos onerosos del personal de confianza de los gobiernos federal y estatal; que no haya bonos escondidos o compensaciones extra salariales, ya que la mayoría de los empleados de gobierno de nivel medio a alto, perciben ingresos de gran cuantía, muchas veces, por no hacer nada o por compromisos políticos.

Por otra parte, las personas comunes, de carne y hueso o de a pie, que son los que usualmente sufren el impacto directo de medidas de austeridad, habría que decirles que estén prevenidas, para no ser sorprendidas por la austeridad gubernamental y de la economía privada, y que vayan haciendo su propio plan de ajuste, para poder reaccionar de manera directa a las políticas de ajuste, austeridad y menor gasto e inversión del gobierno mexicano.

Es deseable que las personas de a pie, traten de hacer un ejercicio de auto reflexión en torno a su desempeño como agentes económicos de relevancia. Inevitablemente, tendrán que rediseñar sus planes de consumo, deuda y posible inversión, ya que, hacer como que no pasa nada o que no tenían idea de que venía un año difícil, no los salvará de los posibles problemas financieros en los que podrían incurrir o caer.

Ajustarse a sus ingresos y no gastar más allá de su ingreso seguro, será un principio básico de actuación que deben seguir las personas. Si llegaran a olvidar este sencillo principio, muy seguramente, enfrentarán problemas económicos, que quizá podrían ser el principio de pérdidas no sólo de recursos sino de patrimonios, lo que no es deseable.

Empezar a elaborar su plan de actuación económica (ingreso-gasto) ayudará a gran parte de la población a enfrentar desde ahora, un escenario de austeridad como el que se avecina. Derivado de ello, un efecto positivo, podría ser el surgimiento de una cultura de planeación y prevención financiera, para no ser sorprendidos por los vaivenes e incertidumbre de la economía.

* Director General de Divulgación Científica