Bajó la luz

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Por: Francisco Pérez Medina

Tal parece que la promesa de bajar la luz, se hizo realidad esta semana; sin embargo, no fue como todos esperábamos, al menos, la mayoría creímos que se referían al costo de las energías que llega puntualmente de manera bimestral a los hogares, no así, a que bajaran los fusibles para quedarnos en penumbras.

Los estados del norte fueron los que padecieron primero los apagones sin darles la oportunidad de prepararse, así como se apaga un swicht, de un momento a otro, se quedaron en tinieblas. Fue durante la mañanera del lunes que se dio a conocer la noticia por parte del presidente, argumentando que, el motivo de los apagones, se debía al mal clima de E.E.U.U. particularmente en Texas, que se habían congelado los ductos por los que se envía el gas a nuestro país para abastecer las plantas generadoras de energía. Un día más tarde, rectificó al mencionar que eran los precios exorbitantes del mismo los que volvían imposible adquirirlos.

Todo esto sirvió para reflexionar sobre uno de los puntos medulares ideológicos de este gobierno: la apuesta por las energías no renovables o denominadas “sucias” por sobre las energías renovables a través de la luz solar o del viento. Ha sido reiterativo el discurso de que se va a apostar por las primeras, argumentando que las segundas, pertenecen al sector privado, mientras que las no renovables, pertenecen al Estado, concretamente de la CFE.

Pues en esas andábamos, cuando por primera vez en la existencia de la mayoría de mexicanos, anunciaron que habría cortes intermitentes en distintos puntos del país. Es decir, prepárense para no recibir la luz en sus hogares. Me había tocado escuchar de apagones en el sur del país, esta semana, en el norte, pero, también, ahora, en nuestro querido Colima. ¡Como lo lee! Colima, que abastece a toda la zona del occidente del país con la planta de Manzanillo, también sufriría de cortes intermitentes de la energía y que, por cierto, ha sido reiterativo los señalamientos de la terrible contaminación que genera y que visualmente es inevitable ver una gran nube de humo contaminante a lo largo del pacífico.

El anuncio hizo que se iniciaran las precauciones por las familias ante la posibilidad de quedarse sin pila en el celular, tabletas que son usadas para las escuelas de los hijos, computadoras en las que se realiza el trabajo desde casa, desconectar los televisores y los equipos eléctricos para evitar perder el patrimonio familiar que con tanto trabajo se ha adquirido.        

La pregunta que surge de manera inevitable ¿en qué momento perdimos un bien preciado como la luz, al depender de la obsesión ideológica de quienes nos gobiernan?, ¿qué está sucediendo que provoca por primera vez apagones en todo el territorio nacional?, ¿qué le debe el presidente al titular de la CFE para no exigirle la renuncia?, ¿cuántos apagones más habrán de suceder?. La pandemia nos mantiene encerrados, ahora, con la novedad de que el encierro puede ser sin luz, convierte esta situación en un verdadero error político de quienes gobiernan el país.

Muchos podremos o no estar de acuerdo con el actual gobierno federal, pero, en lo que estoy seguro, es que nadie estará de acuerdo en que la luz se corte temporal o permanentemente por la incapacidad para ofrecer el servicio que, a final de cuentas, cada quien paga en sus hogares. Si no se baja el precio de la luz, no es mucho exigirles que, al menos, no le bajen al interruptor. La luz al final del túnel, se les apagó.

Salida

1.- El regidor ausente, será diputado federal plurinominal, pues lo colocaron en la primera posición de la circunscripción que corresponde a Colima por el partido Movimiento Ciudadano. En este año, de 4 sesiones en el cabildo de la capital, ha faltado a 3. Luego no se sorprendan por qué la población no le tenga confianza a su partido.

2.- Esta semana inició la vacunación en algunos puntos del país. Es una muy buena noticia. Ojalá mejoren la desorganización con que comenzaron, pues, el tiempo de espera para las personas de edad avanzada, fue de más de 4 horas.

3.- Aún con la primera vacuna, las medidas de precaución no deben de relajarse ni dejar de usar el cubrebocas. Es lo menos que le debemos a los más de 175,986 personas fallecidas en nuestro país que no tuvieron la oportunidad de recibir éstas.