Apoyo de padres de familia, clave en detección oportuna del cáncer infantil  

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Redacción|CN COLIMANOTICIAS

Colima, Col.-  La Secretaría de Salud del Gobierno del Estado señaló que el apoyo de los padres de familia es clave en la detección oportuna del cáncer infantil, a través de cuidados que pueden disminuir el riesgo de este padecimiento y con la búsqueda de un diagnóstico temprano y correcto.

En el marco del “Mes para la Concientización, Prevención, Detección y Tratamiento Oportuno del Cáncer Infantil”, la dependencia estatal informó que hay factores que se presentan desde antes del nacimiento hasta la primera infancia, que pueden contribuir a que una persona tenga cáncer.

Algunas de las medidas que pueden disminuir ese riesgo son: tomar suficiente ácido fólico y evitar el consumo de alcohol o tabaco durante el embarazo, así como amamantar; hacer suficiente actividad física durante la niñez; mantener a las y los niños alejados del humo de segunda mano y evitar exponerlos a sustancias químicas que pueden causar cáncer.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud señala que algunas infecciones crónicas, como las relacionadas con el VIH, el virus de Epstein-Barr o el parásito del paludismo, constituyen factores de riesgo de cáncer infantil.

Hay otras infecciones que pueden elevar la probabilidad de que niñas y niños enfrenten ese padecimiento en la edad adulta, por lo que es importante vacunarlos contra la hepatitis B para prevenir el cáncer hepático y contra el virus del papiloma humano para evitar el cervicouterino, así como aplicar otras medidas como la detección precoz o el tratamiento de infecciones crónicas que pueden derivar en esa enfermedad.

Indicó que la estrategia más eficaz para reducir la carga de morbilidad y mejorar la evolución clínica es centrarse en un diagnóstico precoz y correcto, toda vez que, si el cáncer se detecta en una fase temprana es más probable que responda a un tratamiento eficaz, lo que eleva la probabilidad de supervivencia.

Actualmente, alrededor de un 10% de las y los niños que padecen cáncer tienen una predisposición de carácter genético o sufren una mutación genética que puede transmitirse de padres a hijos.