Adoptar a un perro adulto

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Por: Jonás Larios Deniz*

No son pocos los inconvenientes que personalmente enfrento al declararme amante de los animales y padre de una perrita cocker spaniel que lleva por nombre Catherine. Observo que algunas personas me ven como un individuo solitario, que da su cariño a un animal y no a los seres humanos. Tal vez, no estoy seguro de ello, identifican que distraigo mi tiempo (y malgasto mis recursos) en cuidar de un animal en lugar de hacerlo con niñas, niños, adolescentes o adultos mayores, que tanto lo necesitan. Les comparto que amar a los animales y hacer de mi mascota un miembro de mi familia me da la posibilidad de amar a los demás de una forma más auténtica y solidaria. Amar a un animal es una fuente permanente de endorfinas. De acuerdo con el sitio web elitemedical las endorfinas son conocidas como las moléculas de la felicidad, “son sustancias naturales que produce nuestro cuerpo para disminuir el dolor y alcanzar una sensación de bienestar”. Así pues, la producción de endorfinas que resultan de cuidar y amar a un animal ayudan a combatir la rutina, el aburrimiento y la tristeza.

Los perros callejeros son un problema, esto es más que cierto. Aunque es importante señalar que están en esa condición porque sus dueños los abandonaron. Los perros callejeros pasan hambre, frío, maltratos, depresión y enfrentan la muerte en formas trágicas. Amén de los peligros que ocasionan, de manera secundaria, a los humanos al convertirse en animales agresivos o enfermos. Sin afán de polemizar o abusar del discurso feminista y de perspectiva de género, considero que la peor parte del maltrato la llevan las hembras, que quedan embarazadas fácil y frecuentemente, haciendo de sus vidas un constante sufrimiento.

Liliana Estela Morán (ciencia.unam.mx) establece que México es el país con mayor población de perros en Latinoamérica, cerca de 22 millones, y que más de la mitad vive en las calles. Tales datos fueron reportados por Carlos Esquivel Lacroix, jefe de vinculación en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM. Si hay más de 10 millones de perros callejeros podemos deducir que los problemas de salud pública están a la orden del día y deben plantearse soluciones. Destaco tres posibles: la esterilización urgente, la tenencia responsable (y amorosa) y adoptar en lugar de comprar. En relación a esta última posible solución, quiero agregar la importancia de adoptar perros adultos, porque éstos ya están en la calle y necesitan ser atendidos.

Espero que las próximas campañas electorales en Colima y que los programas gubernamentales en Colima y en todo el país incorporen estrategias de atención a las y los mejores amigas y amigos del hombre y de la mujer. Invito a las y los educadores a incorporar en sus agendas el trato humanitario hacia los animales como una vía espléndida para generar amor y respeto. Concibo el trato respetuoso entre personas y entre personas y animales como una clave para la educación en valores.

 

*Profesor-investigador de la Universidad de Colima