TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano

Pequeña muerte llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace. Eduardo Galeano, escritor uruguayo.

Con las diferencias propias de su especie, todo ser vivo requiere de ciertos cuidados para sobrevivir, principalmente el ser humano; pues de no ser alimentado y atendido, moriría irremediablemente en poco tiempo. Al igual que el agua y el alimento, el afecto, el contacto físico y el cariño, representan algo sumamente importante para la vida y el desarrollo armónico del ser vivo, Es sin lugar a dudas, una de las necesidades fundamentales del ser humano. Algunos estudiosos de la salud emocional sostienen que de los 4 meses dentro del vientre de la madre, hasta que el ser cumple 6 o siete años de vida, representa la etapa en donde el individuo recibe los elementos indispensables para el buen o mal desarrollo de su existencia.

Considero necesariamente urgente que durante esa edad, ambos padres puedan estar unidos y compartir su tiempo amorosamente con su descendiente. Esta etapa definirá para siempre el camino que recorra el nuevo ciudadano, tomemos en cuenta que el contacto físico no es sólo agradable, es necesario para nuestro bienestar psicológico, emocional y corporal; acrecienta la alegría y la salud de todo individuo y por ende, de la sociedad en la cual se desenvuelve. La pregunta es ¿es cierto que debemos abrazarnos? Los hijos tienen que ver que sus padres se abrazan entre sí, también a sus amigos, así al crecer, estarán convencidos que es algo que no sólo se da entre dos personas que están unidas en matrimonio o cuando se siente atracción física por otro, sino por una sana necesidad de sentirnos queridos y hacer que el otro sienta lo mismo.

Investigaciones serias con plantas, han concluido que estas también se estresan y que las palabras afectivas así como una buena atención, permiten que su desarrollo sea completo y en menor tiempo que las que están olvidadas en el rincón del hogar. Todos tenemos la necesidad de tocar y ser tocados, de amar y ser amados. El amor que se guarda puede convertirse en dolor; por ello, en el abrazo hay que ser humildes y vulnerables para entregarnos él y al abrazo. Al abrazar afirmamos la capacidad de descubrir la ternura y la alegría que hay en nosotros y la riqueza interior que nos nutre.

Por el contrario, las carencias afectivas en esa etapa de nuestra vida (4 meses – 6 o 7 años) pueden volver retraída a la persona, poco expresiva, poca o nula tolerancia a la frustración, incumplen sus compromisos o los evitan, son personas que se muestran resentidas con la vida, en contra de todo y a favor de nada, prepotentes, y una larga lista de etcéteras. Por eso es importante tener muy en cuenta que el abrazo es una de las formas más puras de manifestar amor, cariño y además, tiene muchos beneficios, como el de aliviar el dolor, la depresión, la ansiedad y la tensión; acrecienta en los enfermos la voluntad de vivir y seguir adelante; ayuda a los bebés prematuros (que se vieron privados de contacto en sus incubadoras), a crecer y a fortalecerse; hace que veamos con mejores ojos nuestra propia persona y el entorno que nos rodea; tiene un efecto positivo en el desarrollo del lenguaje y en el coeficiente intelectual de los niños; provoca alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en el que es tocado; mantiene en buen estado los músculos de brazos y hombros, ya que es un ejercicio de flexión y de estiramiento; afirma que somos seres humanos; es democrático, ya que cualquiera es candidato para dar o recibir un abrazo; crea los lazos más estrechos entre los individuos, ya que rompe las barreras emocionales. Seamos felices y contribuyamos con la felicidad de nuestro alrededor compartiendo un abrazo de corazón a corazón, si son dos, mejor.

ERUPCIÓN:

Que se cuiden nuestros hermanos nacidos en China, o sea los chinos, porque la Semarnat quiere que se maten cocodrilos por sobrepoblación. Es cuánto.