TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano

La vida es muy simple, pero nos empeñamos en hacerla difícil. Confucio.

Dando seguimiento a mi gusto por ser locutor de radio, me puse a investigar lo que necesitaba para ello.  Naturalmente lo primero era tener autorización en una estación de radio para realizar prácticas en la cabina y que ésta, respondiera por mí. Saludé al Prof. Jorge Vázquez Chávez sobre la calle Filomeno Medina, a la altura de donde se ponen los mesilleros.  Rápidamente me identifiqué con él y le dije, me gustaría ser locutor, con esa franca sonrisa acostumbrada, me respondió, no sin antes darme una escaneada general, pasas a mi oficina para hacerte un oficio de presentación y busca a Don Mario Estrella, dile que vas de mi parte para que te haga una entrevista.

Apoyado por Don Salvador Gutiérrez Morales y por Adán Ayala hijo, me integré al equipo hasta que lamentablemente se generaron diferencias en la relación patronal y sindicato, originando que quienes estábamos de practicantes fuéramos suspendidos. Después visité Radio Variedades y posteriormente la Xebco en donde permanecí más tiempo. Precisamente en ésta última emisora nos enviaron a mi entrañable amigo Rafael Briceño Blancarte y a mí a la ciudad de México; para el segundo paso, presentar un examen y así, obtener una licencia como locutor, tipo A, en mi caso. La sequedad y pedantería de Mario Cervantes Mercado, sinodal en turno, se impuso y a los más de cincuenta aspirantes que acudimos al escrutinio de su investidura, nos temblaba no solo la voz.

Previo  a ello, fue necesario estudiar y comprender la Ley general de Radio y Televisión y su reglamento. Así como seguir una guía de comprensión a los idiomas alemán, inglés, italiano y francés, sin faltar el área de cultura general, cuyo examen  constaba de cien preguntas y finalmente las prácticas en cabina con improvisación. Como agregado, le comento que dicha ley y su reglamento se crearon en 1973 bajo el mandato del presidente número 57, Luis Echeverría Álvarez y cuya última renovación se hizo durante el gobierno del presiente número 62, Vicente Fox Quezada. Siendo principalmente la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en materia de concesiones y permisos; la Secretaría de Gobernación, por conducto de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía, y a la Secretaría de Educación Pública, en quienes recae la responsabilidad de su correcta aplicación.

Precisamente en éste importante documento el articulo 34 norma lo permitido y lo que no, para las emisoras de radio y televisión. Señalando como prohibición en el párrafo I del artículo en mención lo siguiente: “Efectuar transmisiones contrarias a la seguridad del Estado, a la integridad nacional, a la paz o al orden públicos;” y en el VI párrafo del mismo artículo prohíbe los siguiente: Alterar substancialmente los textos de boletines, informaciones o programas que se proporcionen a las estaciones para su transmisión con carácter oficial; finalizo con el VIII Transmitir informaciones que causen alarma o pánico en el público. Aquí le dejo hoy por cuestión de espacio, recuerde ser feliz.

ABUELITAS:

En mayo y septiembre del año pasado, algunos medios informativos dieron a conocer situaciones de riesgo en el Cereso de nuestra ciudad. Riñas “suicidios” y otras situaciones que hablan de la vulnerabilidad al interior de una institución penitenciaria importante. Hace un par de días, de nueva cuenta se generó un conflicto en donde lamentablemente además de los heridos, un interno perdió la vida. Ciertamente la vida al interior de la comunidad es difícil, sin embargo pareciera que la vigilancia y supervisión están fallando. Ojalá se apliquen las autoridades antes de que esto se vuelva parte de la cotidianidad, pues todos nos necesitamos. Es cuanto.