TONALTEPETL

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Por: Gustavo López Solórzano

Desde su nacimiento, el ser humano necesita expresarse y lo hace de formas diversas, los sonidos guturales, la palabra, es tan solo una de ellas. El docente, en la escuela va conformando lo que la familia finca en el hogar y promueve, alienta esa forma de comunicación. Sin duda, la escuela como nuestra segunda casa, es la tierra fértil en donde se fertiliza el despertar de las conciencias.

Cimentada en artículo en el 19. º De la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, la libertad de expresión es sin duda un estandarte con el que se promueve precisamente eso, la libertad para expresar nuestras pensar y nuestro sentir. El artículo 6º de la constitución mexicana también establece que “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el estado” mismo que fue reformado el 11 de junio del 2013, mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación. En realidad, algunos conocedores de la jurisprudencia comentan que existía cierto riesgo de interpretación y por ello fue necesaria su reforma.

En nuestro país cada año se festeja el día de la libertad de expresión el 7 de junio, “como si se tratara del Día de navidad o de la Madre” dice Felipe Fierro Alvidrez, (Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua) agrega que es un día de buenos deseos y elegantes reuniones en donde se festeja a “los abnegados periodistas”. Correspondió al presidente Juárez legislar para que la libertad de expresión fuera una realidad. Hoy el gremio periodístico ha sido golpeado severamente, aunque no es nada nuevo, si se ha incrementado las agresiones en contra de periodistas y directores de medios informativos así como de reporteros. Consagrada en nuestra Carta Magna en los artículos 6º y 7º; durante el gobierno del Presidente Miguel Alemán Valdés, la libertad de expresión se fortaleció al tener un sustento legal definido.

Hoy la libertad que tenemos los ciudadanos para expresar libremente nuestras ideas ha desbordado y en no pocas ocasiones el tergiversado libertinaje ha sustituido a la claridad de las ideas expresadas. Pese a ello, la libertad de expresión en nuestro estado, ha sido reiteradamente respaldada ampliamente por las autoridades en turno. Ni acoso, ni hostigamiento hasta el día de hoy, respeto absoluto y tolerancia a quienes escribimos, así como también a los responsables de los medios informativos. Mención aparte, las redes sociales se han convertido en importantes espacios para hacer circular la información que se genera en la cotidianeidad. Sin embargo, son también trincheras para que desde el anonimato se lancen consignas que vulneran la paz social, o que de manera directa ofenden a terceros.

La libertad de expresión con responsabilidad, es el camino que necesitamos seguir los comunicadores y pugnar de manera permanente para que la objetividad sea la regla no escrita, en la que sustentemos nuestras opiniones.

ABUELITAS:

¿Le gustaría comprar un solarcito en el astro rey? Aun quedan suficientes y si se apura, probablemente alcance un lugar con vista “al infinito y más allá”. Resulta que María Ángeles Durán, española de origen (gallega al fin) reclamó los derechos del sol y lo peor no es eso, sino que otro español (gallego también), con cargo de juez, dio entrada a su reclamo y en consecuencia a una demanda en contra de eBay, por negarse a difundir “su gran negocio”. Por si lo anterior fuera poco, existen 600 solicitudes de compra, el pedazo vale 1200 euros, ¿se anima? Es cuánto.