ROGELIO, EL PERFIL
Por: Carlos Orozco Galeana
Encontré, entre lo que manejan los medios en relación a la sucesión gubernamental del 2015, la magnífica entrevista “callejera” que hizo Amador Contreras Torres a uno de los más fuertes aspirantes a la gubernatura, el secretario general de gobierno Rogelio Rueda Sánchez. Digo magnífica por la precisión que éste impone a sus juicios al analizar problemas estatales y perfilar soluciones, por la claridad y rectitud política que le imprime a sus respuestas.
Rogelio no esconde sus aspiraciones al gobierno colimense, se pone frente a los ciudadanos para que las escudriñen, con la madurez que le es reconocida ya por muchos a estas alturas de su vida y trayectoria. Dice que son los ciudadanos los que deciden los resultados electorales como consecuencia de un conjunto de valoraciones que aquellos hacen sobre las propuestas que se le presentan y en efecto así es. Rogelio reconoce en la de Colima a una sociedad en evolución, con apertura y condiciones para crecer con su conducción democrática por delante.
Del aspecto seguridad, Rogelio dice que Colima no es una ínsula, y claro que no lo es. Es una parte del territorio que no es ajena a la vorágine de inseguridad que se vive y que es producto de numerosas circunstancias históricas, culturales, económicas, políticas, así como de “contradicciones” conectadas con la manera en que se aplica la ley y se ejerce la autoridad. Vivimos además, con desasosiego algunas veces, la migración de estados vecinos que tiene componentes que integran el modelo de criminalidad que ha descompuesto las cosas y que exige soluciones integrales. En mancuerna con el gobernador Mario Anguiano, Rogelio hace un trabajo inteligente y puntual en materia de seguridad, lo que ha desembocado en la disminución de la tasa incidental de algunos delitos al decir del responsable del ramo.
En el plano político, Rogelio sigue mostrando su habilidad para tratar y resolver asuntos del máximo interés público. Usando la vía del diálogo, escucha y no impone su enfoque, respeta la opinión de los otros y por eso avanza en las soluciones. Llega a buen término en los temas que trata sin avasallar a nadie como resultado de su formación como jurista en la UNAM.
Conocedor de la realidad regional, particularmente de nuestra costa, Rogelio percibe que en la Universidad de Colima se genera un capital humano de gran calidad y por ello visualiza proyectos de desarrollo que han de potenciarse con inversión privada y pública y la acción gubernamental como hilo conductor. Esta es percepción acertada.
Coincido con RRS en que los ciudadanos tienen que clarificar los perfiles más adecuados que deben reunir los aspirantes a los distintos cargos en disputa y los partidos todos exhibir inteligencia y sensibilidad para saber cuál es la gente más capaz y visionaria de entre el cúmulo existente. Darle certeza al presente de Colima y garantizar una situación mejor a las generaciones venideras no es un juego de infantes, sino un ejercicio congruente y de suma inteligencia para una construcción política y social responsable.
Las manos que guían Colima deben ser las más expertas y firmes para tener un destino mejor. Hay riquezas inexploradas, talentos que están surgiendo en racimo en nuestros centros de estudios, gente que está cada vez más preparada, demandas insatisfechas, derechos humanos que deben garantizarse con la aplicación irrestricta de la ley, por lo que el timón del barco que es Colima ha de ser sujetado con conocimiento del rumbo trazado.
Es buena y tiene sus méritos la franqueza con la que habla Rogelio y exhibe sus propósitos. Estamos privados de que los políticos en general se conduzcan con transparencia y respeto hacia todos. Es tiempo que esto cambie. Rogelio está en la vía de seguir creciendo como aspirante que es, viendo por Colima y exhibiendo un criterio sin ataduras.