TAREA POLÍTICA

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#NACHO MERERCE SER GOBERNADOR

Por: José Luís Santana Ochoa

Este “hashtag” sintetiza la sesuda conclusión a la que ha llegado por iluminación divina el converso peraltista Óscar Javier Hernández Rosas, el mismo personaje que en 2013 realizó desde el Instituto de Educación de Adultos del Estado de Colima, alocada campaña mediática para concretar su fallido sueño guajiro de ocupar el cargo de Secretario de Educación Pública en el estado, fracaso después del cual emigró a la ciudad de México para desde allá hacer gobernador de Colima a su nuevo patrón José Ignacio Peralta, a quien ve compitiendo en condiciones de inequidad a pesar de que han sido el propio Nacho, su tío Héctor y su padrino Fernando los pregoneros de que tiene el total respaldo del presiente de la República, Enrique Peña Nieto, y de su todavía Secretario de Hacienda, Luis Videgaray y Caso, para lograr la concreción de su propósito.

Sabedor de que el discurso de la inevitabilidad de su imposición en la candidatura a gobernador del estado 2015-2021 le ha generado un gran rechazo ciudadano, José Ignacio, a través de sus escribientes como Hernández Rosas, culpa a sus contrincantes de “intrigar en las bases priistas y en la sociedad colimense para desacreditarlo con la especie de que su candidatura al gobierno el estado por el PRI, de concretarse, sería una imposición del centro”, cuando éste ha sido precisamente el argumento central de su campaña que “tiene aroma a pinos y su centro de gravedad en la residencia oficial de Peña Nieto”.

Óscar Javier justifica el alejamiento de José Ignacio de los colimenses porque “después de que en el 2012 le arrebataron la candidatura al Senado de la República con la argumentación de la cuota de género”, medicina que pueden de nuevo aplicarle con la misma Mely Romero Celis, no tuvo otra opción política “que no fuera desempeñarse en el Gobierno de la República a donde fue invitado por el presidente”, pasando por alto que tiene lo que va del año en curso en abierta campaña política pre electoral con eventos masivos como “la reunión de amigos” de finales de mayo anterior en Manzanillo, mientras los otros tres aspirantes tricolores siguen respetando los tiempos y las formas escritas y no escrita y los usos y costumbres el partido al que pertenecen.

José Ignacio se cree “un fenómeno electoral” por haberle ganado con el 53.5% de la votación al billarista Enrique Michel Ruíz, ya sin el financiamiento de quien fuera su generoso mecenas en sus campañas de 2000 y 2003. El ahora renegado panista ni las manos metió, se echó a la hamaca como sabe muy bien hacerlo, esta vez dizque en protesta por una candidatura a la que fue sin ganas ni entusiasmo que le impuso, según él, Felipe Calderón Hinojosa. Contra este costal José Ignacio, a quien le lavaron el coco de que su victoria en las urnas el primer domingo de julio de 2009 fue gracias a sus lentes y no al activismo ni a la movilización que en la misma campaña realizó con singular eficacia el equipo del entonces candidato a gobernador l estado, Mario Anguiano Moreno, debió haber recibido el cien por ciento de los sufragios emitidos, no sólo el 53.5% que tanto presume.

Hernández Rosas alega que en las circunstancias actuales es doblemente meritorio para Nacho manifestar sus aspiraciones y trabajar para concretarlas, sobre todo cuando a “ojos vistos por todos” – ¿what?- “se ha trabajado desde diferentes ámbitos para favorecer a “F” – Federico Rangel Lozano – o a “N” – Nabor Ochoa López – personas, con el afán de que sea cualquiera de ellos, y nadie más, quien obtenga la candidatura”. Su aversión hacia el primero se explica porque es quien lidera por mucho las preferencias electorales de los colimenses, pero no se entiende tratándose del segundo porque es del mismo grupo del TUCOMA que lidera José Ignacio, todos unidos contra Mario Anguiano.

Óscar Javier concluye su sesudo “análisis” afirmando que es una perspectiva equivocada “decir que el mejor posicionado en los elementos es que garantiza el triunfo en la elección”, pues según él para ganar “se ocupa un candidato que simplemente haya demostrado condiciones por sus méritos personales, académicos, profesionales, políticos y desempeño en la función pública”, aunque no lo quiera la gente. Y que sea egresado el Instituto Tecnológico Autónomo de México y de la Essex University, habría que agregar.

EL ACABO

–  “Debo, no niego; pago, no tengo”, refrán con el que el Director General del Instituto del Suelo, la Urbanización y Vivienda del Estado de Colima, José Carvajal Larios, responde a los justos reclamos de pequeños y medianos constructores que a pesar de haber entregado desde hace meses a satisfacción de esa dependencia las obras que les encomendó realizar, no reciben lo que les corresponde. El gobernador del estado, Mario Anguiano Moreno, debe jalarle las orejas a ese funcionario para que su discurso y el mundo real coincidan en su administración.