TAREA POLÍTICA

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NI PA’CHIVO EXPIATORIO

Por: José Luís Santana Ochoa
El peor dirigente estatal que en su larga cuan truculenta historia ha tenido el PRI en Colima, es sin duda alguna el conchudo coquimatlense Francisco Ánzar Herrera, “El Tamacuas”, personaje representativo de la
picaresca  política local  muy parecido a Don Perpetuo del Rosal al que hizo famoso Rius en su revista de caricaturas Los Supermachos.   Después de la paliza electoral que los colimenses le propinaron al tricolor el domingo 07/06/2015, Ánzar Herrera no vio otra  salida que ofrecerse de chivo expiatorio lanzando a los cuatro vientos sus  aparentemente valientes palabras “yo soy el único responsable de la debacle priista”, cuando fue mera figura decorativa en la nominación de las candidaturas priistas perdedoras, pues tales decisiones fueron tomadas por otros actores políticos como el todavía gobernador Mario Anguiano Moreno, los “hermanos” de éste, Nabor Ochoa López y Martín Flores Castañeda; y el delegado regional del CEN del PRI, Fernando Moreno Peña. Porque Pancho Tamacuas ninguna vela tuvo en el entierro tricolor, nadie le creyó el numerito de su auto inmolación planeada en vano intento de atemperar el ajuste de cuentas en marcha que, mientras los tribunales electorales no decidan lo contrario, lo ha dejado fuera de la próxima legislatura estatal.

Pancho Tamacuas no es de culpar porque quien lo hizo compadre, Mario Anguiano Moreno, sabedor de sus limitaciones, igual que cuando lo tuvo vegetando como Secretario de Planeación, lo impuso presidente del CDE del PRI para que en este cargo matara la segunda mitad del sexenio anguianista, pero sin otorgarle más facultades que la de embolsarse la mayor parte del presupuesto a costa de sumir en la pobreza extrema a
los comités directivos municipales tricolores que, como la Bartola, no recibieron de él dinero para la renta, el teléfono y la luz. Como acertadamente apunta el analista porteño Javier Montes Camarena, “El Tamacuas  fue siempre desplazado por Mario Anguiano y sus ‘ayudantes’ mientras el PRI se hundía. Todos los priistas saben que el dirigente formal era sólo una marioneta, un mandadero al margen de la acción y las decisiones del partido, atado de manos. Pobre ‘Tamacuas’ ni estatura ni categoría política tiene para ‘echarse la culpa’, sólo fue
un pésimo sirviente, uno que falló en su intentona de calmar la santa ira de la ultra peraltista ofreciéndose como  chivo expiatorio”.

EL ACABO

·         Si de verdad los medios nacionales de comunicación quieren entrarle en serio, de lleno y a fondo, al tema de la corrupción imperante en el sexenio anguianista, no deben limitarse a la traficante de influencia e información privilegiada que lo mismo daba y quitaba chamas en la administración estatal, que otorgaba
millonarios contratos de obra pública y de adquisición de bienes y servicios, amén de haberse hecho de decenas de espectaculares cuyas licencias de instalación se ignora qué autoridad graciosamente se las
concedió, sino también investigar el origen de las enormes fortunas acumuladas en el mismo periodo por ella, familiares y amigos  cercanos al taimado todavía gobernador del estado Mario Anguiano Moreno.

·   ¡No hay moral! Temerosos de que los tribunales electorales le den palo a la supuesta justicia equitativa electoral que el IIE impartió para  eliminar a los defenestrados candidatos a diputados locales plurinominales Nabor Ochoa López, PVEM; Francisco Ánzar Herrera, PRI; Joel Padilla Peña, PRI; y Carlos Adrián Orozco Neri,
PANAL, y poner en su lugar a mujeres, los ajustadores de cuentas al servicio del candidato impugnado José  Ignacio Peralta Sánchez han involucrado ya hasta a la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

·  Maniqueísmo periodístico. Francisco Ánzar Herrera, PRI; Carlos Adrián Orozco Neri, Panal; y Joel Padilla Peña, PANAL, están en todo su derecho de impugnar  la asignación de diputaciones plurinominales hecha por el IIE dizque para reivindicar  el principio de paridad de género,  acción que nada tiene que ver con la tan llevada y traída misoginia ni con la falta de   compromiso con la paridad de género en el ámbito político. Si el hijo de Doña Nico, Nabor Ochoa López,  supuestamente no impugnó,  fue para no darse un balazo en el pie, pues quien lo releva, Martha Mesa Ortegón, es su marioneta política. Nada que ver con un supuesto compromiso de su parte con los derechos políticos de las mujeres.

 

  • Al candidato impugnado a la gubernatura del estado de Colima sólo le falta que lo reciba Barack Obama.