Sí mintió, sí traicionó y, también, robaron

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Por: Francisco Pérez Medina

El slogan de campaña que llevó a la presidencia al actual gobernante fue contundente; una frase breve y sustancial que despertó muchas simpatías y también seguidores en la elección hace exactamente dos años: no mentir, no robar y no traicionar.

Una sociedad exigente que cuestionó, señaló, criticó, incluso se burló de los gobernantes anteriores, era el escenario perfecto para quien había aspirado en varias ocasiones al poder y, al que su perseverancia, le había permitido tener su momento capitalizando todo ese descontento centrado en su candidatura. Expresar repetidamente ser lo contrario a lo que representaban los que estaban en funciones, fue fundamental para arrasar la votación a su favor, ayudando a los que le acompañaron en la boleta en los distintos cargos que se eligieron. Escuchar repetidamente la frase, les permitió construir un personaje imbatible e idealizado que hoy, contrasta, con aquél que fue durante una larga campaña.

Una vez electo, se transformó justo en lo que tanto criticó. Ha utilizado el engaño, falseo, inventando un mundo paralelo para embaucar constantemente a la sociedad que le llevó al gobierno; con todas sus letras eso significa: mentir. La más reciente, fue una frase desafortunada contra los médicos al expresar que “solo buscaban enriquecerse, ¿no?, que llegaba el paciente y lo primero que hacía era preguntarles ¿qué tienes? -Es que me duele acá, doctor.- No, ¿qué tienes de bienes?”; sin embargo, luego del malestar que ocasionó sus dichos en el gremio, esgrimió su defensa acusando y mintiendo durante la mañanera expresando “No, si lo entendieron así, ofrezco disculpas, pero no fue eso… es que todo lo están tergiversando; por eso ahora estoy hablando hasta más despacio que de costumbre… escudriñan todo lo que hago, [y remató] no dije eso”.

La segunda falta a su slogan, señalada recientemente por investigaciones periodísticas del comunicador Loret de Mola (Washington Post. 03, 05, 2020), desenmascaró hechos controversiales que involucran asignaciones directas -sin licitación- para el hijo de un funcionario de primer nivel, que se ha convertido en un símbolo contrario a su discurso contra la corrupción. Las instituciones públicas involucradas son: la Marina, el Ejército, IMSS y el ISSSTE; el monto total, 162 millones. Lo que más atrajo la atención de esta investigación, fue el precio exorbitante -el doble de su valor- de respiradores para atender la pandemia. Este robo ha sido criticado hasta por sus propios seguidores quienes se ven obligados a defender a un personaje al que muchos preguntan ¿qué le sabe? o ¿qué le debe? que no le exige su renuncia.

Y, la última frase, tal vez la más emblemática, también la hizo añicos. Esta semana traicionó a millones de seguidores quienes creyeron sus palabras durante más de doce años, al ser el principal crítico de la estrategia de tener al ejército en las calles; El decreto -que, por cierto, se ha negado mencionar- militariza el Estado y establece que, durante todo lo que dura su gobierno -hasta el 2024- los militares se encarguen de tareas de seguridad pública. Las críticas han sido fuertes y marcadas, pues, ésta, puede decirse fue la principal bandera de su campaña contra los expresidentes; la defensa de esta traición, no ha tenido eco entre sus seguidores; solamente los más radicales, se han esmerado por matizar tremendo golpe -todos, sin excepción, tienen tweets o post en sus redes sociales, que hacen imposible no traicionar sus propios ideales-.

Salida

  1. Esta petición la hace quien todos los días presenta un nuevo atuendo “si ya tenemos zapatos, pues para qué más, si ya se tiene la ropa indispensable, solo eso”. 
  2. Un reconocimiento y felicitación a todas las autoridades, médicos, enfermeras y a la sociedad colimense por lograr ser el único estado con menos de 50 casos positivos, hasta el momento -la cifra más baja de contagios y de muertes a nivel nacional-.
  3. Una extendida felicitación a los maestros y maestras, quienes festejarán su día demostrando, una vez más, su indispensable contribución en nuestra sociedad: trabajando desde casa al doble de lo que imaginan los padres asolados, quienes, ahora, comprenden mejor lo que es tener la responsabilidad de educar con paciencia y vocación a sus hijos.