REZAGO EN LA AVIACIÓN (Que le pregunten a los pilotos, que son los que vuelan los aviones, sobre las condiciones de seguridad de los dos aeropuertos)

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TAREA PÚBLICA

Por: Carlos Orozco Galeana.

El último incidente con visos de gravedad, el posible choque entre dos aviones en el AICM por el error de un controlador de vuelo, no es más que un mal síntoma de un sector desatendido por el gobierno federal que solo tiene ojos para lo que ocurre en el nuevo aeropuerto de Santa Lucía y evita inmiscuirse en todo lo que tiene que ver con el AICM, al que se disminuirá en sus operaciones para que más líneas aéreas usen el AIFA, “aeromuerto” lo califican sus críticos, que está destinado según los expertos a fracasar en el corto plazo.

Los últimos días, diversos reportajes han evidenciado el alto nivel de peligro que rodea a las actividades del AICM, sin que haya una acción oficial coordinada salvo la última efectuada en Gobernación, para de una vez por todas establecer condiciones de seguridad, cuya carencia tiene a la aviación mexicana en el nivel 2, de acuerdo a estándares internacionales. Empero, quienes saben mucho del tema, como María Larriva, dicen que no hay espacio para los dos aeropuertos si es que tienen que trabajar ambos a su máxima capacidad. Lo cierto es que el nuevo rediseño que se implantó a espaldas de los que sí saben de aviación perjudicó la operación del AICM y orilla actualmente a los pilotos a “pegarse” a los cerros en sus maniobras de aterrizaje.

Es así que desde la “renovación” del espacio aéreo, los incidentes se han multiplicado un 300 por cierto. Los pilotos, a estas alturas, están confundidos por la inoperatividad y el desorden que priva en la aviación. Algunos vuelan asustados por lo que pueda ocurrir. Solo un dato: los últimos meses se redujo la presencia de controladores de vuelo hasta un 50 por ciento, dando de baja a los que sí saben, a los experimentados, y han sido sustituido por algunos controladores militares sin experiencia en la aviación comercial. El público debe saber que el desorden no es culpa de los pilotos sino de todo el engranaje administrativo que supuestamente está para que las actividades se realicen con efectividad y dentro de los parámetros que exige la operación de un aeropuerto con serias limitaciones luego que irracionalmente fue botado el nuevo AICM con pérdidas incalculables para la nación.

Se está lejos, pues, de recuperar la categoría I, pérdida por desatenciones del propio régimen. No solo se ha dejado de aplicar normatividad básica sino que ahora se ha incrementado el riesgo de colisiones entre aeronaves. Ha quedado demostrado que los aviones no se repelen entre sí.

Con la reunión de trabajo entre Segob y las aerolíneas, quedó clara la posición del régimen, que juega con fuego. Ha hecho “manita de puerco” a las compañías obligándolas a incrementar los vuelos usando un aeropuerto que no tiene hoy las condiciones viales para facilitar la llegada de pasajeros. Surge la pregunta de hasta cuándo resistirían las aerolíneas si es que se acumulan las pérdidas económicas por falta de pasajeros en el AIFA. De por si, la pandemia las puso contra la pared y hoy enfrentan también una circunstancia muy difícil al verse obligados a usarlo a pesar de que no es viable la perspectiva de negocio usar el AIFA. A ver cuánto tiempo soportan.

En ese sector, por lo demás, están “las peras a cuatro reales” , es decir muy complejas. Nada menos, el sindicato de controladores de tráfico aéreo, expuso que de diciembre de 2021 a abril de 2022, se reportaron 30 incidentes graves, de los cuales 10 ocurrieron en el AICM por el rediseño del espacio aéreo que crea demoras en operaciones, y por las condiciones laborales actuales. Y para acabarla de amolar, el director de Servicios a la navegación, despidió a controladores y colocó como sus supervisores a varios de sus amigos. Es que el nepotismo es ya una institución hoy. Lo de arriba, permea hacia abajo.

Otro agente insatisfecho más con la situación de la aviación, es la Organización de aviación civil internacional que rechaza el ajuste de rutas aéreas y se pronuncia por una actualización que considere la opinión de especialistas. Y como culminación a todo ese embrollo, no faltaba más, legisladores de oposición han solicitado al gobierno federal el cese de operaciones del AIFA por las improvisaciones que se están generando. Nada menos que el presidente de la Comisión de comunicaciones y transporte de la Cámara de Diputados, es el que ha alzado la voz pidiendo que se resuelva lo más pronto posible el problema de la saturación del espacio aéreo en la ciudad de México.

La realidad es que las desmejoradas condiciones actuales de la aviación, comenzaron desde que se canceló el aeropuerto de Texcoco; hoy se está comprobando que se tomó una mala decisión con la construcción del AIFA. No digo que no sirva o no vaya a servir, pero no resolverá el problema de comunicaciones vía aérea al ritmo del crecimiento económico del país. Respecto a otros países, que tienen terminales muy modernas, nos hemos atrasado.

Será conveniente que los lectores observen la actuación de los funcionarios que tienen que ver con ese sector para que se ubique a responsables si es que llega a ocurrir una tragedia por falta de instrumentación adecuada del uso del espacio aéreo. Muchos en el gobierno, según se ha filtrado, están opinando de lo que desconocen y es así que se van encadenando decisiones equívocas de alto costo para México.