Recibirá Griselda Alvarez la “Medalla de Oro” de Bellas Artes

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    En esa mesa, que se realizará en la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes, participarán Miguel Angel Aguayo López, Humberto Benítez Treviño, Silverio Cavazos Ceballos, Miguel Delgado Alvarez, Patricia Galena y Sergio García Ramírez

    Griselda Alvarez (Guadalajara, Jalisco, 1913) ha destacado en los ámbitos literario, educativo y social; además, es un referente de la historia política nacional por ser la primera gobernadora de un estado de la República: Colima, de 1979 a 1985.

    Ensayista, narradora y poeta, estudió en la Escuela Normal y muchos años después, letras modernas en la UNAM. Ocupó diversos cargos públicos; fue senadora y cubrió una etapa histórica cuando en 1979 se convirtió en la primera gobernadora mexicana.

    Ella se declara una niña “precoz y pedante”. Huérfana de madre desde muy pequeña, creció junto a su hermana y a su padre, un hombre que las educó “fuertes, decididas y con amor a la patria”, que le hizo memorizar a los nueve años el Acta de Independencia.

    Además, ese hombre la acercó a la muerte, pues la llevaba a ver los ahorcados en las calles durante la lucha cristera) 1926-1929) y le inculcó la idea de que “si las cosas se hacen lentamente, poco a poco, salen mejor”.

    “Me crié entre liberales y conservadores y escuchando desde pequeña una serie de controversias para ver quién tenía la razón -declaró Griselda Alvarez-, después, asistí a un colegio de monjas. Ahí cometí el desacato de ponerle cuernos y cola al Benemérito, un pecado cívico que llevé a cuestas durante muchos años, hasta que me hice una ferviente juarista”, recordó.

    Bisnieta del primer gobernador de Colima, Manuel Alvarez, quien fue asesinado en una revuelta por su acendrado juarismo; hija de Miguel Alvarez, el primer gobernador de ese mismo estado que culminó un periodo completo de gobierno, Griselda se desarrolló primero como maestra antes que funcionaria pública.

    Publicó sus primeros poemas en 1955 en el periódico “El Nacional”. Sus primeros pasos políticos fueron como directora general de Trabajo Social en el IMSS. En 1966 ingresó a estudiar la licenciatura en Letras en la UNAM. Se título con mención honorífica con el trabajo La inmortalidad en la obra de Jorge Luis Borges (1976)

    Sus primeros libros de poemas serían Cementerio de pájaros (1956), Dos cantos (1958) y Desierta compañía (1961); este último, el primer título que publicaría de sonetos, una forma poética a la que recurriría de manera constante. Sigue Recibirá Griselda Alvarez/dos/constante. . Su siguiente publicación sería el poema largo en verso libre Letanía erótica para la paz; donde propone la salvación de la humanidad y el fin de la guerra a través del amor. Ese poema, sería convertido en danza por Amalia Hernández, y Blas Galindo realizó una sinfonía en torno a estos versos.

    Luego, en 1966, realizó la primera edición de La sombra niña, una serie de relatos en prosa donde recupera su infancia y narra los acontecimientos y personajes que quedaron grabados de manera perenne en su recuerdo e imaginación.

    Además de su destacada labor política, Griselda Alvarez continuaría con su labor poética con Anatomía superficial (1967), donde reúne 21 sonetos que trazan la geografía del cuerpo del hombre; versos inmiscuidos en la apetencia amorosa y el recuerdo de deleites pasados, pero también en el engaño de la carne y la reflexión del cuerpo como pantano de viscosidades y estuche de la muerte.

    Luego de gobernar Colima, Griselda Alvarez se hizo Miembro de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística; del Colegio de Literatura, filial del Instituto Mexicano de Cultura; de la Alianza de Mujeres de México Escritoras y Periodistas y del SCM de Colima.

    Además, es fundadora y presidenta del patronato de la Fundación Fortaleza Centro de Atención a la Mujer y presidenta honoraria de la Federación de Mujeres Universitarias.

    En 1993 publicó el libro de memorias Cuesta arriba: memorias de la primera gobernadora (1993), donde narra desde sus orígenes hasta su llegada a la gubernatura de Colima.

    En el libro donde hilvana la serie de circunstancias “como una concatenación de hechos, de pequeños eslabones, que se fueron engarzando en una cadena, hasta cerrarla con un broche que fue la gubernatura”.

    Cuatro años después de ese libro de memorias, publicaría Sonetos terminales. 75 sonetos que tratan el tema del duelo, y la presión que ejercen sobre el cuerpo y el espíritu los años; un libro cuyo título surgía de la creencia de Griselda Alvarez de que “con ellos, creí terminar el bagaje que me correspondió traer cuando nací”.

    Sin embargo, dos años después publicaría los 14 sonetos de Erótica y la Glosa de la Constitución en sonetos, ambos publicados por la Universidad del Claustro de Sor Juana.

    En 2000, esa misma institución, junto a Casa Lamm y los Centros Universitarios de Integración Humanística y de Estudios Universitarios de Londres, le entregaron una de las 17 medallas a los sabios de fin de siglo XX.

    Entre los reconocimientos más importantes que ha recibido en su fructífera vida, están el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 1968; la Medalla Rafaela Suárez 1981, Colima; la Medalla Nezahualcóyotl 2001, otorgada por la SOGEM; la Medalla al Mérito en Letras Benito Juárez 1993; y la Medalla Belisario Domínguez, que otorga el Senado de la República, en 1996.