¿Qué tipo de mesa?

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Sociedad de la información

Por: Alfonso Polanco Terríquez.

El pasado miércoles 8 de marzo, conmemoración por el Día de la Mujer, a nivel nacional y local, ellas dejaron sentir su coraje, rabia por la falta de voluntad política para por lo menos disminuir con la violencia y ejecución de mujeres a lo largo y ancho de la república mexicana, máximo aquí en la entidad que ocupa los primeros lugares a nivel nacional, situación que se creyó que iba a mejorar con la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz de la actual administración.

Muchas que en la actualidad están como funcionaria no hicieron su aparición como en tiempo pasado, la ausencia de estas damas en los contingentes que desfilaron por la calle Fco. I Madero de esta capital, tal parece que ya olvidaron su lucha ahora que ocupan los lugares de los otros en el pasado, mucho menos se solidarizaron con sus protestas o demandas, callaron, guardaron silencio.

No fue un día festivo, después de tantas mujeres violentadas, ejecutadas y desaparecidas en Colima, incluso el asesinato de Julissa (hay más casos), hace tres años es una prueba más de la impunidad de la justicia de Colima de cómo proteger a los delincuentes que atentan con las mujeres y lo irónico fue liberado por personas que le debían un favor a la mamá del asesino.

Pero en fin, lo lamentable es que el año pasado estos grupos ya había escenificado en las puertas de Gobierno del Estado escenarios de pintas y daños al inmueble y lo triste es que sabiendo que este año podría haber más disturbios por lo el aumento de la violencia contra las mujeres la famosa Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz, no tomó cartas en el asunto para proteger este patrimonio estatal, es cuando la ciudadanía colimense se pregunta: ¿Qué tipo de mesa es?.

Anteriormente era un comité, en otras ocasiones fue la secretaría general de gobierno e incluso la secretaría de gobernación quienes se encargaban de tratar los temas de seguridad, pero en la actualidad los han compilado a todos en una sola propuesta llamada Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz, que por cierto, incluye en la misma, a organismos que nada tienen que ver con tan delicado tema.

Desde hace tiempo se ha publicado una y otra vez que el Gobierno del Estado hace estrategias y se organiza para enfrentar al crimen y acabar con las ejecuciones, reuniones vienen y van, irónicamente cada tres meses hacen anuncios oficiales de la llegada de más elementos de la Guardia Nacional para apoyar en la pacificación del estado y los índices delictivos y principalmente las ejecuciones. en lugar de disminuir permanecen igual o incluso se han incrementado.

Es aquí cuando más de un ciudadano comienza a manifestar en reuniones, cafés, redes sociales, el cansancio y el hartazgo por la falta de seguridad, por eso no solamente cuestionan la estrategia de seguridad, sino que incluso qué tipo de mesa es: mesa redonda, cuadrada, rectangular, ovalada, imperial, en forma de U, modelo de Grecia, plegables, es decir que se doblan, lifetime para pasar el tiempo, minimalistas, comedor, de madera, de plásticos, de hierro, de cobre, pequeñas, altas o medianas, cortas o largas, cerradas o abiertas.

La mayor parte de estos muebles a excepción de la mesa en U, son cerradas, por lo tanto la comunicación y directriz es solamente para un lado, quizás aquí podría estar la falla, solamente se concentra en invitar a la misma, a los cuerpos policiacos y militares, dejando a un lado a especialistas de las instituciones de educación superior que podrían aportar sobre esta temática, principalmente de la Universidad de Colima que cuenta incluso con investigadores internacionales enfocados a la resolución de problemáticas sociales.

Desde hace dos décadas hemos señalado en diversos foros y colaboraciones, que mientras el Gobierno del Estado y Federal se enfoquen en combatir al crimen organizado y las ejecuciones con más armamento, más policías y más militares, la estrategia será fallida y el tiempo es el mejor juez, ha demostrado que han fracasado una y otra vez. En principio tendrían que quitarse la idea de que van acabar con la delincuencia, lo mejor que pueden hacer es disminuirla como bien se plantea en el Puerto de Manzanillo quienes participan en seguridad.

En segundo lugar, quien está al frente de la administración debe de tener la voluntad y compromiso de hacer lo que se tenga que hacer para que haya seguridad, en ese sentido, nuevamente en el Puerto de Manzanillo, según nos narran, los elementos de seguridad saben que tienen una alcaldesa que los apoya. En tercer lugar, incorporar más elementos, sí es una buena propuesta, pero no cualquiera, deben buscarse personas que se profesionalicen en la licenciaturas de seguridad, tal como Griselda Martínez lo lleva a cabo. Cuarto, dotarlos de armamento, vehículos y vestimenta táctica y la principal, como bien citan los elementos de seguridad de todo Colima, contar con un plan de seguridad para ellos y sus familias si es que por desgracia perdieron la vida en el cumplimiento del deber.

Sobre éste último punto nos informan que en Manzanillo ya se cumple con aquellos oficiales que pudieran perder la vida en su desempeño, si, pero eso no basta, hay que darles una seguridad en todos los sentidos, para que ellos vean que hay apoyo y sobre todo entregarse a la encomienda como debe ser.

En el punto que no sabemos si se realiza o no en el puerto, es el de la invitación a instituciones educativas públicas o privadas para que aporten en temas como: La Construcción de la Paz, incluso se debe invitar a las asociaciones civiles, ya que mientras la sociedad no se involucre y se vea la tarea de seguridad solamente como una obligación del Estado y del municipio, nada cambiará.

Mientras el Estado no involucre a la sociedad, a la población en las tareas de seguridad, será difícil la disminución de la violencia en el estado. Los colimenses en su mayoría no participan porque sienten que las corporaciones policiacas están corrompidas y han visto no sólo casos aislados en Colima, sino más de un delito por el que debieran ser aprehendidos y castigados, han visto a través de las redes sociales como el sistema judicial deja libres a quienes cometen actos criminales, el pueblo tiene miedo.

El Gobierno del Estado debiera de tener en cuenta que cuando la sociedad tiene miedo, éste puede ser un primer factor para que la población tenga esa fuerza, esa fe para hacerse justicia por sí solo, aquí está el peligro de no tener una propuesta clara en seguridad. El Estado de Michoacán fue ejemplo nacional de las guardias comunitarias, pero en la entidad ya hay barrios que se están organizando para contratar guardias armados, solamente falta el detonante.

Para despedirme. Esperemos que no suceda como con el niño ahogado, no esperar hasta que suceda para tapar el pozo. Finalmente solamente una recomendación, no publiquen que llegan más elementos de la Guardia Nacional mucho menos de quienes participan en esas Mesas por favor, los jefes de los carteles y sicarios no son analfabetas como ustedes piensan. Son personas que conocen su oficio. Nos vemos en otra entrega.