PINTEMOS DE NARANJA EL MUNDO ¡UNETE!

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La Panga

Por: Mayahuel Hurtado Ortiz

El color naranja en temas de violencia de género es de suma importancia, ya que al usar este color es reflejar un futuro más brillante y a la vez es un símbolo que promueve en todo el mundo la erradicación de la violencia de género. No es una lucha fácil, ni tampoco se ganará en pocos días, de hecho, esta lucha lleva siglos y de unas décadas a la fecha, las activistas se han enfrentado incluso a las aberraciones de algunos sistemas de gobierno, con desenlaces como mujeres que han sido perseguidas políticas y en los casos más fuertes han silenciado su voz y su lucha arrebatándoles la vida en crímenes que aún esperan justicia.

Para hablar y defender a las mujeres se requiere más que acudir a un taller, tomarse fotos o selfies y manejar algunos términos como la “sororidad” de dientes para afuera. La responsabilidad de dirigir a las mujeres para un mundo sin violencia es grande, es inmediata puesto que no sabes el nivel de riesgo en el que se encuentra. Los organismos y las dependencias responsables de la protección de las mujeres deben dar puntual seguimiento a cada caso, a una llamada, a una queja, todas son igual de importantes porque todas las mujeres tienen los mismos derechos.

Se imagina usted lector, lectora un país en donde las mujeres no tengan derecho a conducir? Esto ocurre en Arabia Saudita. Que le parece el siguiente dato: en la India cada 22 minutos es violada una mujer, mientras que en Mozambique 1 de cada dos mujeres menores de edad es obligada a casarse. Pero situaciones más duras, es inconcebible que en Turquía se permita la violación siempre y cuando el agresor se case con la víctima; a la par de esto en el continente africano aún se practica en un gran porcentaje la mutilación genital, sin olvidarnos que en Somalia las mujeres no tienen derecho a usar sostén y en Yemen las mujeres no tienen derecho a ser testigos de una denuncia o juicio, aun ellas resulten afectadas. Pero en la Unión Europea las cosas no han mejorado los salarios de las mujeres son inferiores por un 15% o más que el de los hombres, siendo Francia el país donde una mujer muere cada tres días a manos de su pareja. No podemos olvidar a Medio Oriente donde las mujeres son lapidadas en su nariz, les extirpan los ojos y les cortan la lengua de acuerdo a la falta denunciada por el marido; tampoco podemos pasar inadvertidas a las mujeres que mueren a pedradas acusadas de adulterio. En América Latina es donde se concentran las tasas más elevadas de feminicidios donde el Salavdor ocupa la primera posición y Honduras el segundo lugar. Y pues en México no cantamos tan mal las rancheras, de acuerdo con las estadísticas está en el top ten y 7 de cada 10 mujeres mexicanas sufren algún tipo de violencia.

Más que celebrar, debemos trabajar para que los organismos internacionales, nacionales y locales junto con las dependencias en los diferentes niveles de gobierno mejoren sus mecanismos en pro de la mujer.

Sería interesante ver personal de organismos y dependencias atendiendo a las mujeres, auxiliándolas en sus denuncias de violencia en las mesas del ministerio público y en sus denuncias laborales, claro está “sin selfies para el Facebook”; igualmente en hospitales, en áreas laborales y zonas de tolerancia, trabajando para las mujeres de manera discreta y desinteresada. Que la lucha sea en las mesas del ministerio público y no en las redes sociales. Que se utilicen de manera eficiente los espacios de participación para las mujeres y se les pida a las legisladoras locales y federales, así como a las senadoras un porcentaje del trabajo legislativo en el que se evidencie que trabajaron para beneficio de las mujeres. Griselda Álvarez fue la primera gobernadora en México, honremos su memoria cerrando filas en Colima, desarrollemos su legado y su visión de un mundo de mujeres empoderadas, con la feminidad y la determinación de defender nuestros derechos. Y así cuando se le rindan homenajes celebraremos logros alcanzados.

Por eso UNETE es la invitación a pintar de naranja el mundo y el reto es desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre Día Internacional de los derechos humanos, con acciones, mensajes e imágenes que inunden los espacios de las mujeres, los medios de comunicación y las redes sociales luchando todos por “un mundo sin violencia para todas las mujeres y las niñas del planeta, de todas las razas y condiciones sociales”.