AL DESNUDO
Por: Edgar Rodríguez.
La alcaldesa de Colima, Elia Margarita Moreno González, conversa al emecismo cuyo sumo sacerdote es Dante Delgado Ranauro, debutó en la vida pública local del brazo de su cuñado José Ignacio Peralta Sánchez quien le entregó el Sistema DIF Estatal para que se posicionara en el sector más desprotegido de la población colimense que lo sufrió como gobernador. Allí dispuso a discreción, sin límites ni controles, de recursos económicos para proyectar su imagen política direccionada hacia la alcaldía de Colima a donde llegó el 15 de octubre de 2021 gracias a la “concertación” orquestada entre el ex gobernador y el alto mando morenista nacional, misma que incluyó con la entrega de la gubernatura del estado.
Para franquearle a su cuñada el camino que conduce a Torres Quintero Número 85, Colonia Centro, Peralta Sánchez les entregó el poder político a los Vizcaíno, y estos no tuvieron empacho en abandonar a su mala suerte a la entonces candidata del Parido Movimiento de Regeneración Nacional, Gisela Irene Reynoso Méndez, quien, hay que reconocerlo, nunca se quejó de violencia política de género como ahora lo hace Elia Margarita Moreno sin precisar hechos, modos, formas, circunstancias ni perpetradores.
“Lo único que he recibido son obstáculos, descalificaciones, malas prácticas y difamaciones hacia mi persona y equipo”, se rasgó sus anaranjadas vestiduras quien presume ser la única mujer electa por el voto popular desde que hace 500 años cuando se fundó la Villa de Colima, en burdo intento de justificar su defección oficial del Partido Revolucionario Institucional del que ella, su cuñado y su marido se valieron para llegar a los cargos públicos que han ocupado, y con ellos garantizarse impunidad y privilegios.
Margarita presume que cerca de 20 mil colimenses le dieron la confianza de su voto para ser la primera Presidenta Municipal de Colima, “a pesar de que nadie creyó que podría lograrlo”, cuando, como se consigna en el segundo párrafo de este artículo de opinión, todo estuvo fríamente arreglado para que ella llegará valiéndose de la Coalición “Vamos por Colima” conformada por los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática a quienes ni las gracias les dio, mucho menos los cargos públicos en la administración municipal que les correspondían, y que en su mayor parte fueron ocupados por funcionarios ex peraltistas.
Quien hace tres años se benefició de la “concertación” celebrada entre hombres y mujeres del poder, “Margarita Primera, Virgen y Mártir Política”, ahora que no le cumplieron sus caprichos e ignoraron sus berrinches, sale conque “ en tiempos donde las mujeres han protagonizado una lucha histórica por instaurar una sociedad en la que se garantice el respeto a los derechos de las mujeres, se convive con ideales como la igualdad de género y el respeto innegable a la dignidad humana, es inconcebible e incluso absurdo que se haya dado un acuerdo cupular por parte de hombres para beneficiar a un hombre”.
Margarita Moreno se asume como víctima de violencia política de género, pero ella misma la ha ejercido al obligar a sus empleadas de confianza a renuncia a su militancia priista, amén de la violencia política laboral de género al cesar fulminantemente a las mujeres priistas que no aceptaron doblegarse a sus abusos, una de ellas, por cierto, atacada por agresivo cáncer. Si esto es “seguir luchando para que ninguna mujer vuelva a sufrir lo que a ella le está sucediendo”, la incongruencia es el santo y seña de “Margarita Primera, Virgen y Mártir Política”.
Se dice que…
*Muy burda la maniobra orquestada por los estrategas Fosfo-Fosfo, de hacer ruido mediático con la renuncia de funcionarios y empleados de confianza de la administración municipal de Colima a cargo todavía de Moreno del Partido Revolucionario Institucional al que nunca se afiliaron, pues de los 120 que se presentaron en el edificio del PRI municipal, sólo unos 30 eran militantes tricolores.
*En Villa de Álvarez los nuevos Fosfo-Fosfo intentaron montar el mismo circo, pero como en este municipio Margarita, no tiene allegados, toparon con pared ante un PRI que cerró filas en torno a sus líderes.
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