LECTURAS

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SE LOS DIJE… 

Por: Noé Guerra Pimentel

“Quien siembra tormentas cosecha tempestades”. Pues sí, “la LVIII será una legislatura histórica”, como ellos mismos, los del PAN, muy ufanos la autodenominaron aquel septiembre en la víspera de su asunción al poder como mayoría legislativa y que hoy por hoy a escasos 300 días, es ya una página negra en la historia del legislativo local con aquella mayoría panista, la primera que se lograba en Colima hecha humo y escurrida cual agua entre los dedos, víctima de sus desaciertos y tantos yerros, tantos que hasta soso e insuficiente resultaría este espacio para recapitularlos todos. Un hecho en sí que no debe sorprendernos, este escenario era previsible dada su endeble conformación apenas sujeta, merced de las coyunturas políticas externas y actores emergentes con los que de origen dicha fracción se integró. Dicho de otra manera, nació sin sustento, ni bases, ni fundamento, insisto, era cuestión de tiempo y ahí está.

“Quien nunca ha tenido y llega a tener loco se quiere volver”. No soy pitoniso pero hará diez meses aquí mismo dije que era cuestión de tiempo, aunque a decir verdad me fui largo, auguré un año y miren: ¡Ni a los diez meses llegaron! La ambición y la soberbia les ganaron aunadas a su mala fe, inexperiencia y el dolo con el que actuaron, todo eso los aniquiló, apenas cinco duró Sosa, de octubre a marzo y casi otros cinco le duró el gusto a Ladino, del 15 de marzo, ratificado el 29 de junio, luego de la escisión de los autodenominados independientes y de ahí al 30 de agosto ¡No, más!, y parafraseando a Enrique Bermúdez “El Perro”: “¡La tenían! ¡Era suya! ¡Y la dejaron ir!” ¡Vaya! ¡Ni a melón les supo!, es más ¡Ni gusto le tomaron! no les ajustó ni para el arranque con sus públicos cuestionados actos de revanchismo, soberbia y sandez, todo acumulado, con lo que desde el primer día de octubre ni tardos ni perezosos sacaron el cobre, abrillantado con su comportamiento despótico, infame, arbitrario y en varias ocasiones ilegal.

“El que mata a puñaladas no puede morir a besos”. Muchos fueron los atropellos acumulados, pero las malas maneras y los agravios no fueron solo contra el personal, los legisladores de otros partidos o los otros poderes, lo más grave es que fue contra los colimenses a los que en una y en otra nos trataron de timar engañándonos y hasta abusando de nuestra voluntad, como ocurrió con la designación del Gobernador interino, con la aprobación de las cuentas públicas del Estado como con los municipios ajenos a sus colores; pero no fue todo, hay que anotar que es el legislativo más opaco del país y, por supuesto, el que menos ha acatado la ley ni los mandatos constitucionales, como los ordenados por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de Federación (TEPJF) aún pendientes; pero sin duda la gota que por sí derramó el vaso y con la que trataron de afianzarse los ahora públicos defenestrados, fue con el aumento secreto a sus ingresos, acto tan oscuro como reprobable, mismo que a escondidas consumaron y que hasta con los dientes defendieron, y que no obstante el generalizado reclamo ciudadano sigue ahí latente bajo su usufructo. Ninguna legislatura anterior socialmente tan cuestionada como esta. Por ese solo hecho “histórica”.

“En la mesa y en el juego la educación se ve primero”. Un verdadero fraude para Colima y los colimenses resultaron como mayoría legislativa los del PAN, que tristemente no supieron, no pudieron o no quisieron ¡Vaya usted a saber! responder a las expectativas del cambio que en campaña habían ofrecido (y que muchos, gracias al desastroso desempeño del gobierno estatal saliente les habían creído), sujetos, como desde el primer momento se vieron, a los caprichos e intereses de un individuo al que por lo menos que se le conoce es por mitómano y chapucero, quien por lo menos en el primer semestre de esta gestión legislativa los hizo sus rehenes y movió a su modo cual títeres, los sometió a sus antojos y, con el petate del muerto de su candidatura extraordinaria y una presunta fuerza del centro, que estaría por verse, los hizo como quiso cayendo en el exceso de ningunearlos, como lo hizo con la propia Sosa a quien sin importarle su experiencia y mucho menos el trabajo sucio que ella diligentemente ya le había hecho, con la mano en la cintura la destituyó humillándola así, para imponer a su incondicional personero.

“El que con leche se quema hasta al jocoque le sopla”. Lo que sigue hará su propia historia por lo que nada me atrevo a augurar, sería comprometedor, no obstante ofrezco mi voto de confianza en el entendido de que cada cabeza es un mundo y esto es de intereses, la política así opera y cada individuo traza sus propias rutas, yo no meto las manos al fuego por nada ni por nadie, lo que queda es esperar y desear que en lo posible con esta nueva conformación legislativa le vaya bien a Colima, le vaya mejor a los colimenses que como experiencia creo que ya tuvimos suficiente con estos diez meses de poder que desde el legislativo dilapidó el PAN, por lo que solo espero que hayamos aprendido la lección.

RECADITO: “Nunca confíes de una mujer que hable como hombre, de un hombre que hable como niño, de un indio barbón ni de un gachupin lampiño”.