Gobernar es Comunicar

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Por: Amador Contreras Torres

El viernes pasado en el marco de la gira de trabajo del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza se inauguraron importantes obras de infraestructura que expresan el compromiso del Estado  Mexicano por llevar adelante el desarrollo nacional, desde sus diversas regiones, mejorando la conectividad, la infraestructura de comunicaciones, con la apertura de los  distribuidores viales Prolongación Hidalgo, Avenida Venustiano Carranza y la Avenida Niños Héroes, en el tramo Lápizazul – acceso a la localidad de El Espinal.

El evento y el corte de listón inaugural, se realizó en un gigantesco lote baldío cercano a esa joya arquitectónica del porfiriato, la Ex Hacienda del Carmen, otrora la casa habitación de la familia del ex gobernador de esa época, Enrique O. de la Madrid. Por cierto, Gerardo Ruiz Esparza, tiene nexos con Colima, es nieto del ex gobernador Gerardo Hurtado y es pariente del ex presidente Miguel de la Madrid y de los hermanos Jorge y Ciro Hurtado, quienes acudieron al acontecimiento.

En el costado norte del puente deprimido,  con una gran reverberación política, pues ya diversos grupos se  mueven con miras al relevo en la gubernatura. Los toldos blancos, arabescos, no alcanzaban a mitigar el fuerte impacto de los rayos solares para la ceremonia oficial de la 1 de la tarde, en la que sólo hubo 4 oradores: Los alcaldes Enrique Rojas, Federico Rangel, Gerardo Ruiz  y Mario Anguiano. Estuvieron presentes además algunos de los personajes que “suenan” para la gubernatura y habitar la Casona de la Calzada Galván a partir del 1 de noviembre del ya cercano 2015. Ahora que han llegado con fuerza los tiempos de la sucesión gubernamental, de la renovación de poderes y de las 10 alcaldías, la gente observaba con gran curiosidad y atención a los políticos que aspiran a la gubernatura: Nabor Ochoa, Federico Rangel, Arnoldo Ochoa, Ignacio Peralta; los aspirantes a las alcaldías de Manzanillo, Fernando Morán y de la Villa, Alfredo Chávez; la senadora Itzel Ríos de la Mora, (espléndida, optimista, ya totalmente repuesta del accidente); el ex rector de la UdeC, Carlos Salazar Silva, el regidor Petronilo Vázquez, la diputada Yulenny Cortés, el titular del centro SCT, Alejandro Torres Contreras, empresarios, gente con liderazgo social y pueblo,  mucho pueblo, que observaba, con especial atención este acto que tuvo un fuerte impacto político, dada la cercanía de los comicios del 2015.

Las obras que nos ocupan, si bien es cierto que fueron motivo de polémica e incluso de rechazo, en algunos sectores sociales, – al principio, cuando apenas se anunciaron- y hubo necesidad de hacer ajustes técnicos derivados de la presión política: Ergo, el puente sobre la avenida prolongación Hidalgo, se tuvo que hacer deprimido y el puente “Carranza”, en realidad se construyó en el entron   que con avenida Constitución.

Asimismo, se tuvieron  que hacer obras complementarias en los accesos y en el entorno de estos puentes para hacerlos viables, no sólo desde el punto de vista estrictamente técnico y del desarrollo urbano, sino desde el punto de vista político. Una de las críticas que se hacían, era de que no había barrancas insalvables, que era terreno plano y que no ameritaban la construcción de puentes, además de que se acaba de instalar la carpeta asfáltica en toda la avenida y se destruyó para hacer los puentes, y volver a  instalar la carpeta asfáltica a un costo millonario.

También, hay quienes vieron un desmedido centralismo en demérito de los gobiernos locales, al hacer la obra directamente el gobierno federal, dentro de la zona urbana de dos municipios, sin desconcentrar los recursos para la operación directa en el ámbito local.

Sin embargo, considero que las obras sí se justifican y son decisivas para el desarrollo regional, ya que se mejora la movilidad  urbana, con la construcción de estos distribuidores viales, al evitar los cruces a nivel y el consecuente ahorro de recorrido al cruzar por la ciudad de Colima y de Villa de Álvarez; se mejora el enlace carretero dentro de estos dos municipios, así como con Comala, beneficiando a 230 mil habitantes de las poblaciones de Jalisco, Colima y Michoacán.

EL PACTO FEDERAL

Se desprende que la justificación ideológica y política de estas relevantes obras es que se fundamentan en el Pacto Federal, consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el respeto a la soberanía estatal y a la autonomía de los gobiernos municipales, prevista en el artículo 115 de la Carta Magna.

En términos de gobernanza, se supera el viejo dilema centralismo- federalismo; república federal-estado unitario, y se ratifica el liderazgo democrático del gobierno de la república, para conducir el desarrollo desde las regiones –como lo planteaba Luis Donaldo Colosio- y su carácter de motor para la consolidación del crecimiento y desarrollo integral de los municipios, siempre en el marco del Pacto Federal.

Las obras de referencia, tienen un gran impacto social, al hacer posible – con lo más avanzado de la ingeniería y de la seguridad- fortalecer la conectividad y la movilidad de una vasta población de Colima y de su región, con una perspectiva democrática, incluyente y con visión de futuro.

 En este orden de ideas, queda claro que gobernar es comunicar; gobernar es escuchar a la gente y hacer los ajustes pertinentes que se tengan que hacer. No se vale ni se puede gobernar de forma caprichosa. Por eso, es importante desatar toda la energía de la sociedad, cuando se trata de obras de gran calado; por eso, es condición indispensable escuchar la voz serena de los empresarios, de la sociedad civil, para hacer las modificaciones concernientes.

Gobernar también es hacer obra pública, es mejorar la conectividad y la integración de las diversas comunidades; gobernar es también, unir a la república, tal es el espíritu que animó al constituyente que redactó la Constitución de 1917 y tal es la motivación esencial del nuevo Estado Mexicano que surgió con la epopeya de todo un pueblo alzado en armas en 1910.

De alguna manera, queda claro que más allá del proyecto técnico, que cumple con las normas estructurales de seguridad internacional y la perspectiva de movilidad vial y de visión de futuro, lo más importante es que el proyecto se fue consensando entre la sociedad civil; entre la gente, entre los empresarios, los gobiernos municipales, el gobierno del estado. Hubo una gran comunicación entre la SCT y la sociedad y se demostró que la gente es una fuerza nuclear, poderosísima, capaz de grandes realizaciones, de ingentes metas y proyectos. Como bien, lo escribió don Mariano Otero: “Hay que llamar a todos los intereses a ser representados”.

LA FORMA ES FONDO

Un día después, de este evento, de la inauguración de estos importantes distribuidores viales,  en un acto de fuerte impacto político,  en Sinaloa, se produjo la detención del famoso capo, Joaquín Guzmán Loera, una noticia que le dio la vuelta al mundo. Este suceso, asaz relevante, me lleva a hacer una reflexión que también tiene que ver con la gobernabilidad y con la conducción de la nave del Estado Mexicano.

Maquiavelo decía que el hombre público, el hombre de acción debía tener las cualidades de un zorro y de un león; astucia y fuerza; inteligencia y poder. Decía que en política, “tan importante es el ser como el parecer”. Muchos años después, don Jesús Reyes Heroles, llegó a la conclusión de que “lo que será, será” y de que “lo que parece es”; en resumen, en el ejercicio del poder  la forma es fondo.

Yo recuerdo, que en alguna ocasión, hubo un fuerte debate en la Cámara de Diputados, en la que los legisladores del PAN acusaban al PRI de estimular, propiciar y convivir con el narcotráfico. Decían los azules, que en el menor de los casos, los priistas se hacían de la vista gorda y que sí bien es cierto que con el presidente Calderón había una estela de sangre y regadero de cadáveres por todo el territorio nacional, era porque, con los panistas, en la Presidencia de la República, sí se combatía en serio al narcotráfico y que no era cierto que el “Chapo” Guzmán era el capo preferido de los panistas.

Ante esos argumentos, se levanta un diputado, miembro distinguido del grupo Atlacomulco, – por cierto, ahora en la Presidencia de la República- Alfonso Navarrete Prida, actualmente, secretario del Trabajo y les contesta a los panistas, lo siguiente:

“En 1993, yo era subprocurador de la PGR; yo combatí al “Chapo” Guzmán, yo lo perseguí, lo procesé, lo metí a la cárcel. Y ustedes, los panistas, una vez que llegaron a la  Presidencia de la República, lo primero que hicieron fue dejarlo ir”.

Ante  esto, los panistas sólo enmudecieron. Guardaron un estruendoso silencio y se acabó el debate.

Felipe Calderón, auto desterrado en Harvard, huyendo del brazo de revancha del narco, gobernaba de forma atrabiliaria, con operativos atroces, que ponían en riesgo a la población civil, con sangrientos “daños colaterales” a gente inocente. Hoy, a diferencia del pasado, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, con gran serenidad y como hombre de Estado, en la conferencia de prensa alusiva, dijo que la aprehensión del capo, se pospuso varios días para no poner en riesgo a la gente. El operativo fue inteligente, profesional, sin disparar un solo tiro. Incluso respetando la vida del inculpado. Aun cuando sean delincuentes, tienen  garantías individuales previstas en la Constitución y se les debe procesar, en los tribunales, conforme a Derecho, no a lo bruto, como lo hacía Calderón. Hay una diferencia en las formas de gobernar, que tienen una incidencia en las urnas. El pueblo premia y castiga con su voto. Es esencial el cuidado de las formas. Gobernar es comunicar.

Muchos años después, un gobierno del PRI vuelve a capturar a este señor calificado por los medios· como un “gran empresario trasnacional de la droga”. Hay quienes afirman que  va a durar mucho tiempo en prisión. Pero hay quienes, sostienen, que en el remoto caso, de que el PAN volviese a ganar la Presidencia de la República, capaz que lo vuelven a soltar.