ES UN ERROR OBLIGAR A LA LECTURA: FRANCESCA GUILLÉN

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    Y este baile entre los verbos, los sujetos y los predicados fue impecable: Francesca Guillén ofreció una lectura precisa (y preciosa), que permitió que los oyentes “sufrieran” la historia de una mujer que lucha –hasta las últimas consecuencias—por mantener vivo a su hijo: compartió Cuentos Orientales, de Marguerite Yourcenar.

    “Este relato es un recordatorio de que el amor incondicional tiene esta facultad: sanar, alimentar y nutrir al prójimo; cuando amamos damos hasta el cansancio”, pronunció la actriz al término de la lectura; también confesó que ésta le resultó una lectura compleja: su voz tuvo que exigir silencio e imponerse a los ruidos del exterior…pero bastó una llamada de atención para que la sesión continuara en armonía.

    Como en todas las sesiones de Leo…luego existo –que buscan que, atraídas por las figuras públicas que participan en este programa, la gente tenga sus primeros acercamientos con la lectura—Francesca Guillén compartió cómo fue que, en lo personal, fue germinando este hábito en ella: se acercó (y recomendó que toda la gente así lo hiciera) a libros que contenían temas que le interesaban genuinamente…y luego la lectura se convirtió en un hábito al que, aseguró, no puede renunciar.

    Esta sesión de lectura fue especial: por alguna razón había gran cantidad de público invidente; y resultaron ser los más perceptivos: al final agradecieron a Francesca Guillén haberle dado voz a las palabras impresas en las páginas de los libros. Con su voz la historia cobró vida, y la imaginación de los escuchas viajó a territorios insospechados.

    Cabe destacar que la actriz mexicana –a quien hemos visto en proyectos de teatro, cine y televisión—tuvo un trato atento con los asistentes: atendió la extensa sesión de preguntas, contestó con gusto y al final accedió a tomarse fotografías con los (muchos y muchas) asistentes interesados.

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