Rosalío Gómez lleva 38 años dedicado a “la albañileada” y siempre respeta el ritual de colocar la cruz, porque hay la creencia de que si no se coloca, en la obra se puede sufrir un accidente.
Pero para él, la cruz representa algo más: “Cristianamente el sacrificio que vivimos en la vida los albañiles; es el sacrificio de Jesucristo que murió en la cruz”.
“Nuestro trabajo es muy peligroso, porque hay mucha varilla, mucho clavo, luego trabajamos en las alturas y muchos compañeros se han caído, algunos andan rencos, otros de sus manos ya no pueden trabajar”.
“Es muy riesgoso, por eso es muy importante que no tomemos dentro de la obra. Yo les recomiendo a los compañeros que no tomen dentro de la obra porque hay muchos clavos, muchas varillas y excavaciones”.
CARNITAS Y CERVEZA
En entrevista con COLIMANOTICIAS, comentó que además este día significa una convivencia de arquitectos, ingenieros, dirigentes de obra, chalanes, albañiles, todos los que ejecutan la obra.
“Nos van a realizar una comida al mediodía. Aquí Fernando, el residente de obra nos va a traer dos kilos de carnitas, ¿o cinco?”.
Después de 38 años en este oficio, Rosalío se acuerda de cuando empezó, su primera obra fue el Cereso de Colima: “Como saben, por este día se tiran cuetes, y estábamos 200 ó 300 personas y comenzaron a tronar cuetes, pero uno se fue dentro del edificio y casi nos revienta los oídos. Pero si en lugar de irse al techo, el cuete se va contra nosotros el Día de la Cruz en lugar de convivencia lamentablemente hubiera sido un desastre”.
De las obras más difíciles que ha realizado, dijo, son los canales. “Hace muchos años, construía unos vados en el camino vecinal de Puerta de Anzar, era en aguas y cuando llegamos a otro día la corrientada ya se había llevado todo lo que habíamos hecho, y otra vez construíamos. Los ingenieros estaban muy desesperados en invertir en mano de obra y materiales”.
ALCOHOLISMO
Gómez Padilla mencionó que de parte de los albañiles sí hay malas actitudes hacia la vida.
“Conozco muchos compañeros que viven en mucha pobreza, pero porque sus actitudes es de siempre andar tomando, muy mujeriegos y esa actitud no deja que progresemos como albañiles”.
Indicó que él mismo, tiene apenas 8 años de no beber.
Por su parte, Osvaldo Larios tiene 7 años de albañil, un oficio que le enseñó su padre, quien falleció hace 3 años.
“Aunque es pesado, sacó para comer”.
Refirió que “ya no hay de esos albañiles (borrados), ahora puro deportista jajaja”.
En su oportunidad, Fernando Langarica Santos, residente de obra, indicó que los albañiles son gente muy trabajadora, desempeñan un trabajo muy duro, a pleno sol y merecen ser festejados en su día social.
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