¿DESARROLLO PARA EL EXTERMINIO?

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  • ¿Tendremos tiempo de salvar a nuestro planeta?

AMANECER POLÍTICO

Por: Felipe Díaz Cortez.

En el año uno había 250 millones de personas en el mundo, tuvieron que pasar 1650 años para que se duplicara y llegar a los 500 millones; 150 años después se volvió a duplicar, en el año 1800 se llegó a los 1,000 millones. 100 años después, en 1900 ya había en el mundo 2,000 millones de habitantes y en 1950 se llegó a los 2,600 millones. Para el año 2000 había más de 6,000 millones de seres humanos en el mundo. Actualmente somos más de 7,700 millones y se cree que para el 2050 sean más de 9,700 millones.

Hace 50 se publicó un estudio realizado por el MIT, solicitado por el Club de Roma, que es un laboratorio de ideas fundado en Roma, en el año 1968. Reúne a un centenar de científicos, economistas, expolíticos e industriales de 52 países preocupados por problemas complejos a los que se enfrenta el mundo.

En el estudio, encabezado por los esposos, Meadows, se analizaron las causas y consecuencias a largo plazo del crecimiento de cinco variables fundamentales: población, capital industrial, producción de alimentos, consumo de recursos y contaminación.

La conclusión del informe de 1972 fue la siguiente: si el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantiene sin variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la Tierra durante los próximos 100 años, es decir, más menos, en el 2070 u 80.

Con el inicio de la revolución industrial se aceleró el crecimiento demográfico, ejerciendo presión sobre el uso de los recursos naturales y quizá lo más grave, generando una fuerte contaminación, con el consecuente deterioro del medio ambiente. Tristemente, mientras la población crece aceleradamente, los recursos se van disminuyendo, sobre todo en los países en desarrollo; los desarrollados de alguna manera tienen un control sobre el crecimiento de su población, con tasas de reemplazo poblacional muy bajas, a efecto reducir sus poblaciones hasta en un 50 por ciento a fines de este Siglo.

En cambio, en los países en desarrollo, el crecimiento demográfico es todavía considerable, aunque en México ya se llegó a una tasa de reemplazo población de 1.9.

Así las cosas, en este escenario no es descabellado pensar que el desarrollo, si no se controla y se frenan los efectos negativos del deterioro ambiental, nos llevará al exterminio.

En el pasado muchos han comentado que las guerras, las pandemias, las pestes, las enfermedades han trabajado como controles naturales del crecimiento demográfico. Lo que me lleva a pensar, que el coronavirus y lo que viene, tengan ese objetivo. Incluso una tercera guerra mundial con el uso de químicos que, sin duda tendrán efectos desastrosos en el mundo, al grado de llegar al exterminio. Se oye muy feo, pero es lógico.

Y aquí es donde toma importancia unos de los programas más consentidos del presidente, AMLO, llamado Sembrando Vidas, donde ya se han plantado casi los mil millones de árboles, más del 90 por ciento de la meta establecida, que fue de un mil cien millones de árboles en todo el país.

En 1789 Thomas R. Malthus dijo: el alimento es necesario para la existencia del hombre y la pasión entre los sexos también lo es, condiciones que se mantendrán por toda la vida de la humanidad”. Sentencia que tarde que temprano se puede cumplir. Los avances tecnológicos la han retardado, pero a como se ven las cosas, el exterminio de la raza humana puede darse. No es un año o en diez, pero permanece su espectro.

El ser humano, tiene que hacer algo, tiene que ponerse las pilas si quiere permanecer más tiempo sobre la faz de la tiene y como dijeron los caudillos: “Yo di mi sangre y mi vida por mi patria, ¿tú que has hecho?” parafraseando esta frase, podríamos decir: ¿Tú qué estás haciendo para salvar al mundo?

¡Piensa y actúa!