DE TAXIS Y NOTARIAS

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AL DESNUDO

Por: Edgar Rodríguez H.

Los abogados litigantes inconformes con el reciente otorgamiento por parte del mandatario estatal José Ignacio Peralta Sánchez de patentes “de aspirante al ejercicio del notariado” a favor de Rogelio Humberto Rueda Sánchez, Julio César Vázquez Marín Cottier, Clarissa Deyanira Llerenas Rodríguez y Ricardo Vázquez Velasco, debieran no quejarse y saber que igual como las concesiones para prestar el servicio de taxis, el gobernador del estado en turno concede las notarías a quienes considera son merecedores, sin darle explicaciones a nadie, independientemente del desempeño público que hayan tenido, bueno o malo, más allá de si esté bien o esté mal.

Conviene recordar que en su momento el gobernador del estado, Elías Zamora Verduzco repartió  las concesiones para la operación de taxis y patentes de notario hasta en servilletas de papel. Y como tanto unos y otras son heredables, en Colima ya hay una segunda y hasta una tercera generación de notarios fruto del trato privilegiado que sus ancestros recibieron en su tiempo de sus amigos gobernadores, incluidos dos que tres hijos de ex mandatarios estatales y uno o dos de estos últimos.

De la cuarteta gubernamental de “aspirantes al ejercicio del notariato”, son principalmente Rogelio Humberto Rueda Sánchez y Julio César Vázquez Marín Cottier quienes han hecho arquear las cejas de los notarios y abogados litigantes colimeños que no entienden, según ellos, los motivos ni las razones que llevaron al gobernador del estado a elegir a dos parientes políticos entre sí vinculados laboralmente desde el año 2000 cuando el primero de ellos integró a su pariente por afinidad oriundo de Oaxaca en la administración municipal de Manzanillo en donde despachó.

La capacidad profesional de Vázquez Marín Cottier no está a discusión, pero sí el trato privilegiado que durante 20 años ha tenido en Colima gracias a las influencias que a su favor ha ejercido su familiar político Rueda Sánchez. Julio César ha cobrado también como Secretario del ayuntamiento de Colima, en el Tribunal Electoral del Estado y en el Congreso Local. Y ahora Rogelio Humberto lo inviste notario para tenerlo de su “Juanito” haciéndole la chamba en la notaria que tuvo como titular a Isidoro Morales Fernández, pues aquel no tiene experiencia para llevarla como la ley respectiva establece.

Nada personal en Contra de Rogelio Humberto Rueda Sánchez, pero lo que ha provocado santa indignación entre los notarios ya establecidos y los abogados litigantes, es que el gobernador no haya tomado en cuenta las acusaciones públicas por la desviación de varios millones de pesos que para la construcción del edificio sede del PRI-Colima manejó a discreción el actual diputado. Tampoco en la participación y responsabilidad que tuvo en los hechos relacionados con la muerte de siete elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.   

Por los hechos, el Coronel Enrique Alberto San Miguel Sánchez salió de la Secretaría de Seguridad Pública y Arnoldo Ochoa González de la Secretaría General de Gobierno, pero al diputado local, ex dirigente estatal del PRI, ex Secretario General de Gobierno, ex Senador de la República, ex diputado federal y ex alcalde de Manzanillo, Rueda Sánchez, resultó premiado, según  los abogados, con dos notarías, una para él y otra para Julio César Vázquez Marín Cottier. Para los envidiosos y mal pensados, dos notarías por la autorización del crédito de 740 millones de pesos es un precio muy alto. 

Si para Rogelio Humberto Rueda Sánchez y Julio César Vázquez Marín Cottier fue fácil acreditar con tres testigos a modo “tener una conducta intachable”, cumplir los de ser mexicano, ostentar título de abogado de cualquier universidad por lo menos desde diez años atrás  y tener el visto bueno del Colegio de Notarios de Colima, fue miel sobre hojuelas, pues Carlos De la Madrid Guedea nunca jamás reclamará, así sus compañeros de gremio critiquen en privado la decisión. 

Se dice que…

*Dos días después de que el dueño de un periódico de circulación local le exigiera cuentas claras al diputado local priista Rogelio Rueda Sánchez sobre el destino que le dio a los 18  millones de pesos originalmente destinados al inconcluso edificio del PRI estatal, le quemó incienso porque “mediante la operación del asunto del empréstito en el Congreso, el priista Rogelio Rueda se mostró congruente con su militancia esta vez. Y con ello pintó su raya respecto a Indira Vizcaíno y Vladimir Parra”.

*Veleidades periodísticas aparte, cierto es que en Colima “hay muchos abogados que tienen más experiencia que el diputado priista en las labores del notariado y que, con justa razón, se han molestado porque simplemente los saltaron pasando por encima de sus derechos y méritos. Tampoco reúne requisitos de probidad que son esenciales para recibir el fíat notarial, cuya labor principal es dar fe pública de hechos para darles sustento legal”.