CULTURALIA

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2016, AÑO BISEXTUM O BISIESTO 

Por: Noé Guerra

Fuera de visiones apocalípticas o premoniciones esotéricas aquí la explicación del llamado Año bisiesto en el que transcurrimos, según lo explica la Enciclopedia Encarta, cuyo significado proviene de una expresión derivada del latín bis sextus dies ante calendas martii (sexto día antes del mes de marzo repetido), que correspondía al día extra intercalado entre el 23 y el 24 de febrero. Los romanos no contaban los días del mes del 1 al 31, sino que tomaban tres fechas de referencia: calendas, nonas e idus. Para contar se incluía el día de referencia (en este caso, el 1 de marzo) Un año bisiesto es de 366 días en vez de 365. Cada 4 años, febrero tiene un día más. Esto se hace porque un año oficialmente no tiene 365 días, sino 365,25 días. Lo que se solucionó añadiendo un día cada 4 años.

Pero ¿Qué nos dice la historia? Bueno, pues sucede que en el año 49 a.C., cuando Julio César invadió Egipto, entre otras cosas, encontró un excelente calendario en las tierras de Cleopatra. Fue entonces cuando delegó a Sosígenes de Alejandría, un reputado astrónomo y matemático, el diseño de un nuevo calendario. Sosígenes entregó a Julio su calendario entre el 48 y el 46 a.C., este basado en el almanaque egipcio, pero conservando los nombres de los meses romanos. Calendario que tenía 365 días y un día adicional cada cuatro años, para compensar el desfase natural producido por el movimiento de traslación desigual de la Tierra en torno al Sol.

Cabe recordar que por la compensación de los desfases del calendario romano obligó a que el año 46 a.C., fuera el año más largo de la historia, con 445 días de duración para compensar e iniciar nuevamente de cero. A este inusual año se le llamó “año juliano” o el “año de la confusión”. Ya los egipcios sabían que cada cuatro años la salida solar se retrasaba un día, dando inicio al año nuevo. Sin embargo, dos siglos antes, en el concilio de Cánope, cuando pudieron hacer la reforma, no la hicieron por divisiones internas entre castas sacerdotales y clase política. Igualmente no sobra señalar que unos seis siglos antes, el rey romano Numa Pompilio había agregado los meses de januarius y februarius al año romano, y fue a este último, a februarius, al que se sumó el día.

La reforma de Julio César añadió un día tras el 24 de febrero. Con el tiempo continuó llamándose Bisextum o bisiesto, aunque se añadiera el día extra tras el último día de febrero. Este calendario fue oficial en Roma durante los siguientes siglos, incluso en el Concilio de Nicea se advirtió que había un error de Sosígenes, pero otra vez no hicieron nada por corregirlo, hasta 1582, cuando se adoptó el calendario Gregoriano, llamado así porque el papa Gregorio XIII, asesorado por el astrónomo jesuita Christopher Clavius, promulgó el 24 de febrero de 1582 la bula Inter Gravissimas, donde establecía que tras el jueves 4 de octubre de 1582 seguiría el viernes 15 de octubre de 1582, sí, así.

Con la eliminación de estos diez días desaparecía el desfase con el año solar. Para que no volviera a ocurrir, en el nuevo calendario se eliminaron tres años bisiestos cada cuatro siglos. Con lo anterior, el 4 de octubre de 1582 fue el último día del calendario juliano y el 15 de octubre de 1582 constituyó el primer día del gregoriano. Por tal razón no existieron las fechas del 5 al 14 de octubre de 1582.

Por lo anterior y como conclusión, cabe apuntar que de ordinario en problemas de Física, Matemática, Astronomía, etcétera, es necesario calcular determinada magnitud de tiempo en años. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones en el enunciado se añade una nota que indica considerar 1 año por cada 365 días. Esto se debe a que los años bisiestos pueden alterar el resultado, y es difícil operar teniéndolos en cuenta. Un caso en el que se aprecia esto es que, aunque parezca que entre el 549 d.C. y el 2009 hayan pasado 1.460 años, en realidad transcurrieron 1.461, ya que, como cada 4 años hay un día más, cada 1.460 se acumulan 365, lo que incrementa el intervalo de tiempo en dicho periodo anual. Mientras tanto deseo que este Bisiesto 2016, sea un buen año para usted y los suyos.