Convenio con el Fermilab, apuesta por el futuro: Alfredo Aranda

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*Para él, esta colaboración es un logro emblemático de la internacionalización a la que ha apostado la Universidad de Colima, no sólo en lo académico sino también en uno de los valores máximos del ser humano, como es el de la paz.

Redacción|COLIMANOTICIAS

Colima, Col.- Como parte del convenio de colaboración firmado hace semanas con el Fermilab, uno de los laboratorios más importantes del mundo ubicado en Batavia, Illinois, Estados Unidos, la Universidad de Colima ha organizado un curso de preparación y selección para que alumnos de licenciatura y posgrado se sumen a proyectos desarrollados en ese lugar, especialmente el Deep Underground Neutrino Experiment (Experimento Profundo de Neutrinos, DUNE).

El convenio, explica en entrevista Alfredo Aranda Fernández, coordinador general de Investigación Científica en la UdeC, incluye como uno de sus apartados estancias cortas y hasta de un año, de alumnos y profesores de la máxima casa de estudios en el estado, esto dependiendo de los proyectos que desarrolle en su momento el Fermilab y de los alumnos que soliciten las o los investigadores de ese laboratorio.

La semana pasada venció el plazo para inscribirse al primer curso de preparación. El cupo máximo era de 20 y se recibieron casi 30 solicitudes. Este curso se realizará en mayo y junio de este año y se enfocará en temas como programación, matemáticas y física de aceleradores. “No estamos buscando conocimientos específicos sino habilidades de trabajo en equipo, de solución de problemas”, dijo Aranda Fernández.

El coordinador científico de la Universidad aclaró que no van a ir los 20 sino tal vez dos o tres en estancias cortas y podrían perfilarse otros dos más para estancias largas a partir del 2018. Se realizarían dos cursos como éste a lo largo del año. El otro sería en los meses de octubre y noviembre.

Alfredo Aranda se mostró entusiasmado al saber que la UdeC estaría participando desde el principio en lo que será uno de los proyectos más importantes en la física de las próximas décadas: el DUNE, en el cual se lanzará el haz de neutrinos más intenso del planeta a las profundidades de la tierra y para el que aún no se ha diseñado la tecnología. “El que podamos enviar estudiantes e investigadores de la Universidad desde ahora para un experimento del futuro, es una gran oportunidad”.

La colaboración con el Fermilab, dijo Alfredo Aranda, no se debió a la suerte sino al trabajo sólido y continuado del grupo de físicos de la Universidad de Colima y al trabajo administrativo de más de un año realizado por funcionarios de ambas instituciones, ya que al ser el Fermilab un laboratorio nacional depende del Departamento de Energía, instancia que solicita una gran cantidad de requisitos para aceptar una colaboración internacional.

Para lograr este convenio, dijo Aranda Fernández, además de valorar el trabajo del grupo de físicos que labora en la Facultad de Ciencias, se contó con el respaldo del rector José Eduardo Hernández Nava y del departamento legal de la UdeC. “En lo inmediato, este convenio beneficiará a los chavos. Les va a cambiar la vida cuando vayan al Fermilab. Por otra parte, le dará prestigio y reconocimiento a la Universidad, a la región y también a los profesores”, comentó este investigador.

Para él, esta colaboración es un logro emblemático de la internacionalización a la que ha apostado la Universidad de Colima, no sólo en lo académico sino también en uno de los valores máximos del ser humano, como es el de la paz.

Dice que en el Fermilab, igual que en otros lugares como el Gran Colisionador de Hadrones (CERN), lo que se busca es trabajar en lo desconocido, no por dinero. Así que en dichos centros hay cientos, miles de personas de diferentes países, culturas, religiones, idiomas y ambientes socioeconómicos “trabajando en armonía, haciendo cosas que son extremadamente sofisticadas y por un fin idealista, no económico”.

Este logro, comentó Alfredo Aranda, ha llamado la atención incluso de Naciones Unidas, interesada en conocer los mecanismos a través de los cuales estos científicos son capaces de fomentar la paz “sin siquiera tener esto como un fin; ver cómo todas esas personas, con sus diferencias (hay gente de Israel y Palestina trabajando juntas), se unen de una manera constructiva”.

Esta colaboración, dijo por último, será una forma además de potenciar el talento de los jóvenes colimenses, al poner a su disposición tres elementos que en muchos países no se tienen: infraestructura, oportunidades y un camino específico. “Aquí hay mucho talento, muchas ganas de trabajar, y cuando les das los elementos para hacerlos, tal vez al principio sientan que es mucho trabajo, pero reaccionan muy rápido y dan frutos. Creo que ése es el camino”.