Conoce las características de un buen vino para ciertas comidas

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CN COLIMANOTICIAS

México.- El vino con moderación es saludable, eso ya lo entendimos, pero ¿cómo elegir el más adecuado para tus platillos? Pues aunque se trate de uno muy bueno, no podrá brillar junto a la comida equivocada. 

Cuando se trata de maridaje de vinos, puedes revisar las características básicas del mismo (dulzor, acidez, taninos, cuerpo y alcohol) y aplicar esto a la comida que vas a degustar. El objetivo general de elegir un vino para la cena es encontrar uno que complemente o contraste los sabores. 

Un buen maridaje de vinos te dará una explosión de sabor más compleja en tu experiencia de comer y beber. Aquí hay algunos consejos generales para las mejores combinaciones de vinos y comidas:

La comida ácida necesita un vino ácido

Si eliges un vino con baja acidez para acompañar una comida con mayor acidez, como comidas con cítricos o pescado, seguramente te decepcionarás. La acidez de la comida dominará al vino, lo que dejará tu paladar con mucho que desear. En este caso, es mejor buscar una variedad de mayor acidez que combine con tu comida.

La comida salada es el compañero perfecto para el vino dulce

La combinación de salado y dulce es un clásico que también se traslada al mundo del maridaje. Un vino dulce puede ayudar a reducir el sabor salado de un plato al tiempo que resalta su propia dulzura, lo que lo hará una combinación ganadora.

Los alimentos grasos funcionan mejor con vinos amargos o muy ácidos

Si preparaste una cena con mucha grasa como carnero, cerdo o res, la buena noticia es que tienes muchas opciones cuando se trata de elegir una botella de vino. El primer maridaje que se encuentra en los vinos amargos es la combinación clásica de bistec y vino tinto seco. La segunda combinación es de alimentos grasos con vinos de alta acidez, por ello es que la beurre blanc (salsa de mantequilla de vino blanco) es tan popular.

La acidez del vino corta la grasa. Esta combinación también es útil al seleccionar un vino para después de la cena y disfrutarlo con el postre, por ejemplo una tarta de queso, que es rica pero algo grasosa. Las mismas sensaciones de sabor se dan en el maridaje final de alimentos grasos con vinos de mayor graduación alcohólica. Considera los vinos con alto contenido de alcohol (con precaución) y combínalos sólo con postres o cenas para saborear a un ritmo lento.

Las comidas y los vinos de la misma región pueden ser excelentes maridajes

Además de las características del vino y la comida, otra forma de hacer un gran maridaje es elegir vinos que provengan de la misma región que el plato que preparas. Los maridajes regionales no siempre tienen éxito, pero en general, la comida y los vinos del mismo lugar a menudo saben muy bien juntos. Por ejemplo, al preparar un plato tradicional italiano, considera maridarlo con un vino italiano que tenga características complementarias.

Con información de Harmonia