Por: Ángel Durán
Para ser un servidor público electoral, se exige una serie de valores y principios, entre los que se destaca que: se tiene que tener acreditado un compromiso democrático en el candidato o candidata.
Es que a partir de 2014, fecha en que se lleva a cabo la última importante reforma electoral en la Constitución, se crearon diferentes reglas y normas legales para ajustar, que todas las actividades de los servidores públicos electorales ayudarán a consolidar a la democracia, se establecieron una serie de protocolos que ayudan también al personal que labora en el sistema electoral, a realizar sus actividades y que no tenga dudas en su actividad laboral; esto es, un sistema de organización electoral mucho más adecuado para el conocimiento simple de quienes operan el sistema.
Sin embargo, para ser un servidor público electoral, hay una serie de criterios, valores y principios que se tienen que justificar y que serán valorados para poder entregar los nombramientos.
Es así como en el Reglamento de Elecciones del INE y que también tiene aplicación para todos los procedimientos que se llevan a cabo en los Institutos Electorales de todo el país, contiene varias obligaciones que antes de ser un servidor público de ese sistema, hay que justificar; y es ahí donde encontramos que, para ser consejera o consejero electoral, incluso; para cualquier otro cargo público, se debe demostrar tener “compromiso democrático” el reglamento artículo 9.3 inciso e) lo define como: “la participación activa en la reflexión, diseño, construcción, desarrollo e implementación de procesos o actividades que contribuyen al mejoramiento de la vida pública y bienestar común del país, la región, entidad o comunidad desde una perspectiva del ejercicio consciente y pleno de la ciudadanía y los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, con los principios que rigen el sistema democrático, es decir; la igualdad, la libertad, el pluralismo y la tolerancia.”
Esta exigencia legislativa, debe quedar justificada en el expediente administrativo que se lleva a cabo para poder calificar a una persona si es apta o no para desempeñar un cargo en el sistema nacional electoral, por supuesto que, la finalidad de los objetivos que ahí se plasman es bueno y de cumplirse tendrán un papel preponderante para que en el ejercicio de su actividad laboral trabajen en favor de un sistema electoral libre y autónomo que es, el derecho que tiene la sociedad a contar con instituciones públicas, autónomas y eficientes integradas por personas, capaces, técnicas y profesionales.
No hay duda que esta norma legislativa como lo es el Reglamento de Elecciones del INE, marca la pauta para que, la institución escoja a personas con amplia experiencia y vocación de servicio democrático hacia la nación mexicana y es así como iremos consolidando poco a poco a las instituciones y que éstos defiendan el verdadero sentido y objetivo del motivo para el que fueron creadas estas instituciones tanto del INE como de los Institutos Electorales Locales y así llevar a cabo procesos electorales en nuestro país auténticamente libres.
Tener voluntad democrática significa estar consciente que como servidor público en el sistema electoral mexicano, es trabajar a conciencia por el mejoramiento del sistema político y con ello generar condiciones y reglas parejas para quienes contienden en el proceso electoral, pero sobre todo, para garantizarle a la sociedad, que las instituciones públicas son el ente intermediario que garantiza legalidad en los procesos electorales, ojalá y se siga fortaleciendo este tipo de valores y criterios en una realidad y que no reciba amagos y tentaciones para que no funcionen, pues las amenazas son permanentes y muchos de los casos se logra desarticular los buenos fines y esfuerzos que se crean para reforzar a la democracia, México está en una transición democrática y esperemos consolidarla a la brevedad.
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