ANALISIS

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  • México ¿Estado fallido?

Por: Luis Ávila Aguilar

Estado fallido, es el término que algunos actores y partidos políticos han venido utilizando para degradar la figura política y el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, esto derivado de los sonados casos criminales de Ayotzinapa, el escándalo de la famosa “Casa Blanca” entre otros y que si bien son a todas luces reprobables, teóricamente resulta incomparable para afirmar que nos encontramos ante una situación fallida.

Para comprender a que se refiere este término,  hay que recurrir en primera instancia a la definición teórica conceptual, que de entrada resulta controvertida desde el punto de vista de los diferentes teóricos que lo abordan: se dice que existe un estado fallido, según el centro de estudios Fund For Peace cuando se presentan cuatro condiciones a saber:

 

1.- Pérdida de control físico del territorio o del monopolio en el uso legitimo de la fuerza.

2.- Erosión de la autoridad legitima en la toma de decisiones.

3.- Incapacidad para suministrar servicios básicos a la población

4.- incapacidad para interactuar con otros estados nación.

Por su parte Max Weber afirma que un estado tiene éxito si mantiene el monopolio del uso legitimo de la fuerza dentro de sus fronteras, cuando no se da esta condición señala, la existencia misma del Estado resulta dudosa y se considera que es fallido.

Desde las anteriores perspectivas teóricas, a todas luces resulta inaceptable el calificativo de Estado fallido en el caso México, toda vez que no se dan las condiciones políticas, económicas y sociales para adjudicar dicho término a la realidad actual, toda vez que en el caso del Estado mexicano existen márgenes democráticos de negociación y de gobernabilidad entre las diferentes fuerzas políticas, como ejemplo encontramos las múltiples reformas constituciones logradas recientemente en el seno del Pacto por México.

Se encuentran debidamente constituidos y funcionado los poderes de la república, cada uno en ejercicio de sus atribuciones legales constitucionales. El presidente de la república cuenta con toda la autoridad política y legitima para la toma de determinaciones en el país, el pacto federal prevalece y gobiernan en el ejercicio de su soberanía, los estados y municipales de la república.

El monopolio del uso de la fuerza prevalece y es el Gobierno de la República a través de las fuerzas armada, militar así como las procuradurías como mantiene la estabilidad social con el respeto a los derechos básicos y fundamentales que como ciudadanos mexicanos nos concede nuestra carta magna. En el contexto internacional el gobierno Pena Nieto tiene capacidad de interacción, ahí la reciente visita a China y la realización del encuentro Iberoamericano del cual somos sede.

Es cierto que tenemos problemas, que los índices de criminalidad son altos, especialmente en algunos estados de la república como Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y Veracruz, que la economía no se encuentra boyante derivado de la crisis mundial, la caída en el precio de internacional del petróleo y la depreciación del peso, requerimos generar empleo y mejores condiciones de vida, la corrupción continúa siendo como históricamente lo ha sido, un flagelo, pero en eso es en lo que tenemos que trabajar y proponer como gobierno y ciudadanos cada quien en cumplimiento de sus responsabilidades, pero afirmar que nos encontramos en un Estado fallido con el sólo ánimo de descalificar, resulta inadmisible, no embona de ninguna manera la realidad mexicana con la teoría política.