AL DESNUDO

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LOS DETRACTORES DEL PRI

Por: Edgar Rodríguez H.

La corrupción y la impunidad abierta y descarada, vencieron al PRI en los estados en dónde sus gobernantes hicieron y deshicieron en beneficio propio y a costa del pueblo que gobernaron; Veracruz, Quintana Roo y Tamaulipas, son la prueba más fehaciente del pésimo gobierno que llevaron a cabo – Y ASÍ CONCLUIRÁN- en los 6 años de su gobierno. En Veracruz. Miguel Ángel Yunes Linares de la alianza Unidos para Rescatar Veracruz (PAN y PRD), nunca fue el mejor candidato. Sin embargo, el mal gobierno de Javier Duarte Ochoa ha sido de peor que ha tenido el pueblo jarocho que precisamente por eso decidió por la alternancia después de 86 años en manos del PRI. Duarte, simplemente se encargó de enterrar a su partido.

La misma historia se cuenta para Quintana Roo, en donde el candidato del PAN-PRD, Carlos Joaquín González, (ex priista), logró el triunfo pese a que cuenta con negros antecedentes que lo ubican -de acuerdo con medios estatales- con personajes delincuenciales investigados por autoridades federales. Pero de la misma forma, el hecho de que el gobernador quintanarroense Roberto Borge Angulo esté inmerso en varios escándalos por irregularidades en su administración, coadyuvó a la derrota de su partido por primera vez en la historia del estado.

En Tamaulipas, su población vive en medio de la inseguridad, violencia y actos ilícitos que se adjudican al gobierno del priista Egidio Torre Cantú, situación que ha llevado a la población a decidir por el cambio con la esperanza de que al estado norteño le soplen mejores aires con el panista Francisco García Cabeza de Vaca (PAN-PRD), dejando en segundo lugar al priista Baltazar Hinojosa, abanderado de la coalición PRI-PVEM-Panal, y en tercer lugar, muy lejano, al candidato de Movimiento Ciudadano, Gustavo Adolfo Cárdenas.

En Durango y Aguascalientes, (éste último, si no hay cambios),  simplemente se votó por la alternancia, la gente salió a sufragar en su mayoría por el candidato de la alianza PAN-PRD, José Rosas Aispuro Torres, quien aventajó y dejó en segundo lugar a su oponente priista Esteban Alejandro Villegas Villarreal y en el tercer lugar, al petista PT. En Aguascalientes, quedaría para el panista Martín Orozco Sandoval.

El por qué el PRI es el gran perdedor de las elecciones de este 5 de junio, está claro y no hay que buscarle mucho. El priismo tuvo el suficiente tiempo para exigirles a los ejecutivos estatales  de su partido a que se comprometieran con sus gobernados en aras de seguir conservando sus bastiones electorales. No obstante, pareció no importarle y los Duarte Ochoa, los Borge Angulo y los Torre Cantú, vivieran envueltos en un clima de corrupción, impunidad  e inseguridad.

Lo mismo le pasó al PAN junto el PRD y no todo les fue de color azul, Oaxaca y Sinaloa los perdieron y pasaron a formar parte de los triunfos del PRI. De igual forma, su mal gobierno a los albiazules les cobró la factura.

Se dice que…

*En las elecciones del pasado domingo, quedó de manifiesto que la gente está harta de la corrupción imperante en México y que los gobernantes o funcionarios elegidos a través del voto para desempeñar un cargo público, tendrán que pensársela mucho mejor. Tendrán que tener siempre presente que los ciudadanos y ciudadanas que acuden a las urnas emiten un voto mucho más razonado, pese a todas las campañas y estrategias sucias que se vierten por todos los medios para descalificarse entre oponentes.

*Después de la derrota en varios estados considerados como bastiones priistas, el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, reconocerá con mucho más relevancia el doble triunfo del Gobernador, Ignacio Peralta Sánchez, quien pese a todo el cochinero de su antecesor Mario Anguiano Moreno, logró conservar Colima para el PRI, partido que siempre ha gobernado tierras colimotas.

*Se confirma una vez más que las alianzas entre partidos son la panacea para ganar elecciones. Un partido por si sólo ya no es competencia como en el siglo pasado.

*El 2018 no está lejos, y si los partidos (PRI y PAN) con mayor fuerza política en el estado de Colima, quieren ganar el mayor número de puestos en el ámbito local y federal, tienen que poner a trabajar en serio a quienes actualmente los representan en diversos cargos públicos.

* Lo ocurrido el pasado 5 de junio abre una ventana de oportunidad para que el PRI de Colima replantee, (porque parece que no pasada nada), como recuperar la confianza de la ciudadanía, de los electores que no votaron por el tricolor el pasado 17 de enero.