¡Ahorita no… nos pinten las puertas!

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Por Francisco J. Pérez Medina

Fue la frase de la jefa de gobierno, que, a tono, luego, el presidente, desestima la urgencia de atender un tema que no es agenda propuesta por ellos: los feminicidios.

Ha sido una semana de pesadilla para el presidente y el movimiento que encabeza. Todo comenzó cuando, en una mañanera, cuestionaron al fiscal -que le acompañaba y que iba a entregar un cheque por 2 mil millones- sobre la intención de modificar la tipificación del feminicidio; era tal la cantidad de preguntas que el presidente atajó de tajo el tema, pidiendo a los reporteros que se centraran en el tema que ellos proponían: la rifa del avión -causó algo de malestar, pero, nada que no pudiera manejar-.

Días después, una periodista y líder en temas de igualdad, de nueva cuenta cuestionaba al presidente en las mañaneras, al tiempo que, fuera de Palacio Nacional, se hacia una manifestación femenina con pintas, misma que no daba crédito a las respuestas hechas por el presidente saliéndose del tema en una clara intención por evadir el tema; el equipo del ejecutivo intervino con periodistas a modo -estrategia exhibida por un youtuber- para desviar la atención hacia otros temas mencionando “ya se ha dicho mucho sobre eso” –esto motivó indignación de muchas mujeres por la manera en que, Presidencia, callaba su justas demandas-.

Nomás al salir de este momento incomodo, sucedió un feminicidio que causó conmoción en todo el país, pues no sólo le quitaron la vida, sino que compartieron fotografías -funcionarios capitalinos- del hecho atroz revictimizándola de manera brutal. Para detener las críticas, su equipo consideró, como estrategia, crear un decálogo del gobierno para atender el tema; solo que hubo un pequeño error al presentarlo: no tenía rumbo, claridad para asumir acciones y ni responsables para resolverlo. -encendieron la irritación en muchos sectores de la sociedad-.

Como si no fuera suficiente, un funcionario del gobierno capitalino subió a sus redes sociales una imagen de una muñeca ensangrentada con dedicatoria para su pareja sentimental que, ante los reclamos y críticas, dio de baja su cuenta para evitar que subiera más la molestia; momentos después, la jefa de gobierno expresó una frase que difícilmente se quitará de su carrera política: ¡Ahorita no! ante la pregunta de un reportero cuando solicitaba su opinión sobre las marchas y el feminicidio ocurrido “respeto mucho mi fuente” concluyó, antes de dejar pasmado al reportero y a quienes vieron un video viralizado por el alcance de la respuesta.

El fin de semana se anticipaba un repliegue de estrategia para atender el tema y salir librado -como lo ha hecho antes ante un hecho incomodo para su gobierno- pero: ¡sorpresa!, ante integrantes de la guardia nacional les dijo: “los delincuentes… merecen también nuestro respeto, el uso de la fuerza tiene límites y básicamente es para la legitima defensa” generando una ola de críticas -si bien no se espera que se atropelle ningún derecho-, la ira aumentó, porque nada dijo en alusión hacia las víctimas.

Pues, sí, como si el karma persiguiera toda la línea de omisión o negligencia, lamentablemente sucedió otro hecho que indigna hasta al más fiel seguidor del presidente: el asesinato de una niña de tan sólo siete años en Tlahuác. Este lunes en su mañanera, expresó algo que ya está cansando, al ser respuestas trilladas y predecibles: es culpa del conservadurismo; que el pueblo lo apoya; que

se serenen nuestros adversarios y no hagan tanto coraje; es consecuencia del neoliberalismo; antes no decían nada; estamos trabajando; no somos iguales; no nos comparen; eso sí calienta.

Aunque se predecía que esta semana que pasó, el ranking de aprobación del presidente subiera, luego de siete semanas a la baja por la detención del exdirector de Pemex, parece que, continuará hacia la baja ante las respuestas de su gobierno ante los feminicidios. Si no modifican el rumbo y la estrategia, pronto, serán los ciudadanos los que les responderán: ¡ahorita, no! cuando, seguramente, acudan a ellos a solicitar el voto.

¿o Usted qué opina estimado lector?