¡CHIVAS, DESPUÉS DE 115 JORNADAS!…
Por: Jorge Martínez
Es difícil estar siempre en lo más bajo, en la mazmorra del desaliento, la burla y la indignidad y no lo cuenta un cualquiera, se trata del Rebaño Sagrado que hoy alza la voz con engreimiento, presunción, insolencia y pedantería jactándose de su liderato general, pues no pisaba los terrenos del pináculo desde noviembre de 2011, y con José Manuel de la Torre Menchaca al frente desde marzo de 2007.
Hoy el que debutará con Chivas en 1982 y se despidiera con Necaxa en 1999 como futbolista, bien podría decir que tiene el grupo más fuerte moral y anímicamente del Clausura 2015, pues a base de constancia, sacrificio, futbol, puntos, goles, suerte, carácter y humildad sobre todo, comienza a ganarle terreno a la sombra del descenso y le permite con mayor bonanza pensar seriamente en su décima segunda estrella.
El indudable honor de ser entrenador de uno de los clubes más fuertes de todos los tiempos del balompié mexicano, es motivo de alago en estos días, más aún si consideramos a lo que han tenido que sobreponerse jugadores, cuerpo técnico y directiva: mentadas de madre, reproches, castigos severos en la taquilla, entrenamientos de pánico, noches de insomnio, mofas, etc., ¡vamos, es la verdad! a pesar de la contraposición a la actual situación del conjunto rojiblanco, que poco o nada tiene que ver con la gloria vetusta de cada una de sus once estrellas.
Hoy el presente grandilocuente, pomposo, rimbombante y sentencioso del Guadalajara, nos permite recordar de cuando nadie se atrevía a toserle a las Chivas, ¡bueno! salvo América, al que enfrentará exactamente en 13 días en un espectáculo que debería clasificarse para mayores de 18 años como película de terror, pues posiblemente luchen por el liderato general de acuerdo a los resultados positivos y ritmo actual de ambos conjuntos.
Chivas ya no es el pobre, abandonado y desactualizado, como a inicios del torneo, pues hoy el futbol le volvió a dar la mano para revertir una tragedia y hacer olvidar su más reciente pasado, pues están a solo dos puntos de la salvación por lo menos un semestre más.
Guadalajara siempre ha sido el centro de atención de la Liga MX como equipo grande, triunfador y galardonado del balompié azteca. De manera fenomenal volvió a atiborrar las gradas de su estadio alterando las mentes, los nervios generando morbo, expectación, pero sobre todo certidumbre entre sus fieles y no fieles seguidores.
Guadalajara está argumentando con creces su valía, respeto, competencia, mérito, poder y suficiencia. Chivas dejó de ser aquel equipo propagandista, que repartía libelos, octavillas, pasquines, volantes e impresos para intimidar al rival y ahora se dedica a vender taquilla y vergüenza futbolística.
Por fin sus actores principales –obreros de cancha- muestran deseo, apetencia, anhelo y avidez… ¡ahora sí!, sus pastores –aficionados- pueden con esmero y altivez sacar a pastar a sus chivas, pues les ha regresado el hambre.
A Guadalajara le hacía falta reconstruir la moral para salir de su depresión. Al parecer “Chepo” encontró la fórmula para transmitirles a sus hombres sobre la prosapia que emana y surge segundo a segundo, minuto a minuto, día tras día y respiro a respiro de este club de futbol.
Hasta el momento, “Chepo” ha realizado un extraordinario trabajo: Tercera victoria consecutiva en casa, algo que no hacía desde marzo de 2012, acumulando 456 minutos sin permitir gol en calidad de local. Además, ha sabido empujar, animar, alentar, estimular y exhortar a todos en conjunto para recuperar el respecto perdido convirtiéndose en el docto, sapiente y erudito; dicen que “para que la cuña apriete debe de ser del mismo palo”… ¡felicidades al Rebaño y al “Chepo”!
¡Sin que nos gane el sentimiento, hasta la próxima!