A TODAS VA

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AL DESNUDO

Por: Edgar Rodríguez H.

El diputado local petista en vías de convertirse en emecista (si lo aceptan) con tal de lograr la ansiada candidatura a presidente municipal de Colima, cuando siendo muy objetivos su perfil apenas le daría para una junta municipal, Carlos César Farías Ramos, con tal de hacerse notar, todos los días declara a tontas y a locas sobre cualquier tema con aires de gran experto en todas las materias habidas y por haber, sin darse cuenta de que entre más declara más exhibe sus carencias y limitaciones como político improvisado y arribista que es, ejemplo claro de lo que  el tsunami amloista  sacó de la olla en el proceso electoral de 2018 .

Después de que tiro por viaje atacó al presidente municipal de Colima, Leoncio Alfonso Morán Sánchez, por supuestas deficiencias en sus aéreas de seguridad pública y vialidad, y por el cierre de la incosteable Procesadora Municipal de Carne, llegando incluso a acusarlo de “violentar  la Ley Electoral” porque no se prestó al juego de los diputados locales  de la transformación de cuarta, más otras simplezas declarativas, como la fresca lechuga, incongruente y veleidoso como siempre ha sido su naturaleza, el tepamense que obstinado está en ser el próximo alcalde de Colima, Farías Ramos, también muralista, por cierto, fue a rendirle pleitesía al dueño de la franquicia del Partido Movimiento Ciudadano en el estado a quien visitó en sus oficinas de Torres Quintero para tratar de negociar para que le dejen usar la camisa naranja. 

Hay que recordar que al gobernador del estado, José Ignacio Peralta Sánchez, Farías Ramos le invocó una investigación en su contra a cargo de la Comisión de Responsabilidades del Poder Legislativo Local,  presuntamente “por haber violado el decreto 613 y destinar para otro uso, 200 millones de pesos autorizados para la compra de los terrenos de la zona milita”; y al Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental (OSAFIG) lo conminó a , “hacer lo propio para conocer la forma en la que utilizó el gobierno estatal los recursos que tendrían que haberse usado para la adquisición de los terrenos que se encuentra en la Calzada Galván”. Todo, como siempre,  con tal de ser la nota, buscando impacto mediático, y luego sin más, se da la vuelta y a lo que sigue.

Ni su consuegro que lo asesoró en su campaña electoral de 2018 respaldándolo financieramente como ahora, Mario Anguiano Moreno, se ha escapado de los embates declarativos del diputado que anda en busca de quien lo acoja rumbo al 2021. Para aquél le solicitó a la Comisión de Responsabilidades del Congreso del Estado tomar como válidas las declaraciones del orgullo d Tinajas “que deberá pagar 515 millones de pesos por haber contratado un crédito irregular y haberle mentido al Congreso para la contratación de dicho crédito”. Hasta la fecha, nada de nada.

En burdo intento de ganarse sus simpatías, el lenguarico legislador sentenció que “los constructores colimenses deben ser tomados en cuenta para realizar las diversas obras que se requieran al interior del recinto portuario. Pero no solamente en Manzanillo, habremos de elevar esta petición a la dirección general de Puertos que depende de la SCT, de tal manera que es tiempo de impulsar el desarrollo económico del estado y vamos a darle el apoyo a todos nuestros constructores”, dichos que de ninguna manera lo comprometen a pasar a los hechos.

“Es urgente que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima (CDHEC) realice una investigación profunda para encontrar los motivos que originaron y culminaron con el motín en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Colima que dejó tres muertos y 15 heridos. A  través de un recorrido o un acercamiento o aproximación a la vieja infraestructura del Cereso de Colima podamos detectar cuáles son sus necesidades de modo de que los derechos humanos de las personas puedan ser protegidos en torno a la situación pandémica del Covid-19”, fue la más reciente declaración del orgullo de Tepames que en todo está menos en misa pero que al final del día es puro “güiri, güiri, güiri”.

Cierto es que “existe una grave incompetencia de algunas autoridades que tienen a su cargo la responsabilidad del cuidar el Cereso y a los internos, las personas que se encuentran privadas de su libertad están también sujetos a un proceso penal que busca su reinserción, que su busca su readaptación para volver a incluirse a la vida económica, laboral, productiva y profesional, una vez que salgan de la privación de la libertad con motivo de algún hecho”, pero tal estado de cosas no se solucionará con poses protagónicas de Farías Ramos quien solo busca reflectores que iluminen su camino hacia el Palacio Municipal de Torres Quintero.

Se dice que…

*No nada más la diputada local de MORENA, Anel Bueno Sánchez, sigue desparecida, sino también su compañera de la 4T la senadora Gricelda Valencia De La Mora de quien los colimenses llevan todo este año 2020 sin saber si vive. Ojalá que el “equipo importante de investigación del Gobierno de México”  que ha llegado a Colima para buscar a Bueno Sánchez también se avoque a localizar a Valencia De La Mora.

*El Cabildo de Colima no debe solapar a regidores que violentan a sus parejas sentimentales como Rafael Briseño Alcaraz, ni a los que descaradamente cobran sin trabajar como lo hace el panista radicado en Mac Allen, Texas, USA, desde mediados del mes octubre de 2018, Héctor Insúa García. Complicidad, encubrimiento y corrupción son algunos de los delitos que por hacerse de la vista gorda han estado cometiendo los compañeros munícipes de Rafael y Héctor.

*En el Cabildo de Villa de Álvarez otro regidor ha venido cometiendo violencia económica familiar en contra de una menor hija al incumplirle el pago de pensión alimenticia simulando un divorcio legal con la mujer que cohabita y a la que tiene y mantiene en la nómina municipal. Pareciera que todos están cortados con la misma tijera.