Una piedra, Piedra

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Por: Francsico Pérez Medina

Al caminar, se vuelve incomodísimo que entre una piedra al zapato, por pequeña que sea, lo menos que causa es una molestia que vuelve imposible caminar sin que genere daño en las plantas de los pies y, si no se retira a tiempo, largos días para recuperar el andar convencional. El dicho popular lo expresa cuando “esa piedra” se encuentra identificado en una persona o algún detonante que se considera un verdadero problema que se desea evitar.

En Palacio Nacional, se les ha metido una piedra, ¡una señora Piedra! Tanto así, que ha sido necesario salir a defenderla en las mañaneras en diversas ocasiones, desde su nombramiento, hasta la toma de las instalaciones, por parte de madres de familia que exigen su renuncia o destitución por las omisiones del organismo que preside por orden directa de su defensor que, se supone, está para defenderlas a ellas como víctimas no a su promotor -¡vaya distorsión institucional!-.

Ya sabe usted, amable lector, a quienes culpó de “estar detrás”; ya lo había expresado en febrero cuando se fortalecía el movimiento feminista ante la ola de feminicidios y recortes presupuestales “ahora resulta que los conservadores son feministas” (AMLO 20-02-2020) y recientemente no podía ser de otra manera -es predecible-. Al salir en su defensa, expresó “ya se convirtió en un asunto político, y no me equivoco de que abrazado por el conservadurismo” (La Razón; 08-09-2020, AMLO).

La toma de las instalaciones, es consecuencia de nulo trabajo y ética institucional, que, al no encontrar empatía, disposición para escuchar las legítimas y justas demandas, ni dar cauce para combatir las instituciones omisas para resguardar su integridad sin defenderlas de sus agresores. Es la única opción que encontraron para hacer patente su impotencia dando un grito desesperado y desgarrador, dirigido tanto a la sociedad como a los tres órdenes de gobiernos que tienen una deuda impagable, pues, la pérdida de sus hijas, hermanas, madres, amigas, jamás podrán resarcir el daño y tampoco las regresarán de sus tumbas; y, aunque en su corazón hay sed de justicia con rabia justificable contra sus impunes agresores, su lucha es lo más noble que puede existir: evitar que otras vivan ese dolor e infierno. Saben que lograrlo, les dará algo de tranquilidad, paz, conciliar por fin un poco de sueño en sus interminables noches de insomnio y brindar el mejor homenaje a la memoria de sus mujeres ausentes.

Hasta el momento, la respuesta ha sido poco afortunada. Por el bien del país, esperamos que no siga causando mayor indignación un cuadro pintado de su héroe favorito, ni la contestación sea calificarles de “derechistas”, menos victimizar a su gobierno ni a los funcionarios públicos promovidos sin mayor mérito que la sumisión. Ya no más “su” lucha; debe transformarse en “la” lucha por NI UNA MÁS.

Salida

1.- Esta semana se llegará a los 70,000 fallecidos por Covid; 10,000 más que la cifra “catastrófica” prevista por la autoridad. ¿Qué calificativo sigue: calamitoso o apocalíptico?

2.- Terrible el fallecimiento de dos menores en Tecomán al volcar la camioneta en que se dirigían a acompañar al trabajo a sus padres jornaleros. ¿Y la autoridad?  

3.- Habrá subasta de material histórico, entre los que se encuentran cartas firmadas a puño y letra por el padre de la Patria Miguel Hidalgo y Costilla. ¿Alguien sabe, qué anda haciendo la presidenta de la Coordinación Nacional de Memoria Histórica y Cultural de México? Tal vez, siga empecinada en conseguir una disculpa española.