TONALTEPETL

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Por: Gustavo L. Solórzano.

Así como la tos, la diarrea y el vómito no son enfermedades sino consecuencia de una, el miedo-ansiedad, la ira, la tristeza-depresión y el asco, tan solo por mencionar algunos ejemplos, son reacciones emocionales básicas que se caracterizan por una experiencia afectiva desagradable o negativa y una alta activación fisiológica. Las tres primeras son las emociones más estudiadas en relación con el proceso salud-enfermedad. Destaco la ansiedad, de ésta se derivan un sin número de síntomas que pueden ser desde leves, hasta la sensación de que quien la vive, creé morirse. Un estado emocional alterado nos hace sentir o somatizar, lo que solo existe en nuestra mente.

Claro está, que en la mayoría de las ocasiones es preferible una gripe o una diarrea, que un problema de salud que afecte a nuestro sistema nervioso. Las primeras en una semana normalmente, queda uno fuera, la segunda pueden pasar años y no siempre superarla. Cuando experimentamos una emoción desfavorable para nuestra salud, de manera intensa, tienden a producirse cambios de conducta que hace que abandonemos hábitos saludables como la alimentación equilibrada, el ejercicio físico o la vida social y los sustituyamos por otros como el sedentarismo o las adicciones (tabaco, alcohol) para contrarrestar o eliminar estas experiencias emocionales.

Naturalmente la cronicidad de las manifestaciones anteriores pueden deteriorar nuestra salud, mayormente si no son atendidas. Un ejemplo mas no lo dan  los trastornos cardiovasculares, varios estudios han mostrado que la depresión es un factor de riesgo significativo de enfermedad coronaria, infarto de miocardio y mortalidad cardíaca y también se ha relacionado con una peor evolución de los pacientes coronarios. Permítame confirmarle que existe una relación estrecha entre emociones y salud. La reacción ante determinadas situaciones y las emociones son diferentes en cada individuo.

Existen personas que ante un exceso de carga emocional tienen problemas físicos (cefaleas o trastornos digestivos) cognitivos (excesiva preocupación, obsesiones) o conductuales (adicciones). En consecuencia, claro está, hay un síntoma de alarma diferente para cada persona. Puedo sin temor a equivocarme, decir que podemos usar nuestra mente para sanarnos o para enfermarnos, depende de nuestra historia de vida y aprendizajes obtenidos.

Con el párrafo anterior recordé la antigua frase de, “di una mentira cuantas veces sea necesaria, que la gente terminará creyéndola y hacer de ella una verdad”. Hoy vivimos en la era de la tecnología, la magia de la comunicación y los grandes avances en materia de herramientas para facilitar el trabajo de quienes habitamos este maravilloso planeta.

Lamentablemente no todo se usa para bien, muchos aspectos son usados en detrimento de la dignidad, la salud y la vida. Lo peor es que mucha gente no se da cuenta o parece no darse cuenta de ello.

Mejorar nuestra salud emocional requiere de tener un apoyo de nuestra confianza, alguien que nos acompañe para descubrir nuestras fortalezas y sobre todo, nuestro amor propio. Ahí empieza la cura.

ABUELITAS:

Pasado el proceso electoral poco o nada se sabe de los participantes. Algunos están desaparecidos socialmente y otros con un perfil bajo, esperando quizás otra oportunidad para resurgir. Una persona que no encaja en las expresiones anteriores es Guillermo “Memo” Toscano, quien fuera del tiempo reglamentario, no ha parado con su acostumbrado programa de trabajo. Activo y servicial, Memo sigue atendiendo a los ciudadanos villalvarenses sin distingo de colores. Trabajando mano con mano junto a la Gobernadora, se esmera y continúa realizando gestoría para bien de la ciudadanía. Bien por Memos Toscano y su equipo. Es cuánto.